En una revisión publicada por The Cochrane Library, científicos británicos han descubierto que, si bien reducir el consumo de sal aparentemente reduce levemente la presión sanguínea, eso no se traduce en un menor riesgo de muerte o enfermedad cardíaca.
La mayoría de los expertos coinciden en que consumir demasiada sal es malo para la salud y que disminuir su uso puede reducir la hipertensión en personas con presión sanguínea normal y alta. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona la disminución del uso de sal entre las diez mejores alternativas para bajar las tasas de enfermedad crónica. Sin embargo, los investigadores no han demostrado aún de manera clara si el beneficio para la presión se traduce en una mejor salud del corazón en la población general y si la hipertensión es un importante factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.
Ahora, un equipo de investigadores británicos ha decidido revisar los resultados científicos en siete estudios que, combinados, incluían a 6.489 participantes.”Con los gobiernos fijando metas aún más bajas para el consumo de sal y las compañías tratando de eliminarla de sus productos, es realmente importante que hagamos ensayos grandes para comprender los beneficios y riesgos de reducir el uso de sal”, sugiere Rod Tyler, de la Universidad de Exeter. Concretamente sospechan que los ensayos realizados hasta ahora no fueron lo suficientemente amplios, y deducen que se necesitarían al menos 18.000 personas para poder identificar algún beneficio claro para la salud cardíaca.