Después de pronunciar la tradicional formula en latín para proclamar al primer santo argentino, famoso por evangelizar a lomo de mula en las sierras cordobesas. “Gracias a la oración, han orado con todas las fuerzas, han luchado y han vencido. Este es el estilo de vida espiritual que nos pide la Iglesia: no para vencer la guerra, sino para vencer la paz”, dijo el Francisco sobre los santos.
El cura Brochero es el primer santo que nació, vivió y murió en la Argentina. Además, el Papa canonizó este domingo al “niño mártir”, el mexicano José Sánchez del Río, un joven cristero de 14 años procesado y ejecutado por oficiales del gobierno de su país, durante la guerra cristera en México en 1928.
“Los santos son hombres y mujeres que entran hasta el fondo del misterio de la oración. Hombres y mujeres que luchan con la oración, dejando al Espíritu Santo orar y luchar en ellos; luchan hasta el extremo, con todas sus fuerzas, y vencen, pero no solos: el Señor vence a través de ellos y con ellos”, explicó el papa ante unos 80 mil fieles.
Durante la ceremonia también fueron canonizados otros cinco santos: los franceses Salomón Leclercq (1745-1792) e Isabel de la Santísima Trinidad Catez (1880-1906), el español Manuel González García (1877-1940) y los italianos Ludovico Pavoni (1784-1849) y Alfonso María Fusco (1839-1910).