Fútbol en el recuerdo: La historia de Sportivo con los “Charrúas”

A fines de 1957 el Club Central Córdoba de Rosario logró su mayor conquista en la historia dentro del fútbol, al consagrarse como Subcampeón de la 1ª División “B” de la AFA y ascendió a la Primera Categoría del Fútbol Argentino, en donde permaneció dos temporadas, pero eso solo fue un hecho que dio origen al histórico acontecimiento, que narramos seguidamente y que se relaciona con un partido protagonizado por los equipos de la entidad rosarina y el de Sportivo Baradero, que sorpresivamente ganó la pulseada realizando un gran y vistoso juego.

Esta narración que realizó el cronista deportivo Miguel Angel Di Vietri, tuvo lugar al traer a su memoria ese hecho, algo que se dio justo este año por primera ves en la historia del fútbol baraderense, ya que alguien de aquí estuvo ligado al primer equipo de fútbol de Los Charrúas, pues acompañando al Sr. Osvaldo Díez que condujo técnicamente por unos meses al conjunto superior, estuvo el entrenador nacional de Baradero Sr. Arturo Bechtholdt.

Colaboraron con la recopilación de datos los Sres. Jorge Nelson Casey, Julio Caviglia, Miguel Di Vietri, comentarios emitidos hace algunos años por los futbolistas: Guido Bruni, Enrique Espinosa, “Nito” Ullua, “Done” Rodríguez, Julio San Lorenzo, “Cubano” Rodríguez y la página web del club rosarino.

Así se dio el partido entre Sportivo y Central Córdoba 

(Diciembre 1957)

• A través de gestiones realizadas por alguien que fue dirigente de Sportivo Baradero (Domingo Donato Di Vietri), muy amigo de una persona muy ligada a la entidad rosarina, tal el caso del  Sr. Datti, pariente de todos los Datti de Baradero y casado con alguien de la Flia. Asciardi y Carreras, quienes propiciaron hacer un partido amistoso en la histórica cancha de la Plaza Colón, entres los primeros equipos de ambas entidades.
• Esto debía concretarse en la noche de un sábado al final de la temporada, en la cual Central Córdoba ya ostentaba la obtención del ascenso a 1ª “A” de la AFA,  pero lamentablemente llovió como pocas veces a raíz de una descomunal tormenta, por lo cual no se pudo jugar suspendiéndose el cotejo, quedando su realización para el día siguiente si mejoraba la condición climática. Es así que la delegación “Charrúa” que ya había llegado a nuestra ciudad, tuvo que ser alojada en un lugar público, al no haber hoteles que los pudieran albergar, lo que se consiguió a través de la buena voluntad de varios facultativos (Entre ellos el Dr. Pepe Allende), para que en una de los pabellones del Hospital Dr. Lino Pineyro fuera albergado el equipo rosarino.
• No todo quedó en esa acción ya que el partido igual se hizo y tuvo lugar en horas cercanas al medio día del domingo, tras sacar el agua que anegaba la cancha y secarla un poco, se llevó a cabo la disputa entre el buen equipo de La Franja y el Subampeón de la 1ª “B” de AFA ascendido a la 1ª “A”.
• A pesar de los esfuerzos que hizo el experimentado y bien constituido conjunto visitante, para tratar de revertir la apremiante situación que debió soportar, por el dominio abrumador que ejerció el elenco local, que fue contundente en todos los aspectos, para lograr la Franja una victoria inobjetable y merecida por tres (3) a uno (1), que fue presenciada por una nutrida concurrencia, que disfrutó de un buen espectáculo futbolístico propiciado por el rosarino equipo de Central Córdoba y Sportivo Baradero.
• El conjunto de La Franja jugaron: Jorge Casey, “Nito” Ullua y Roberto Di Carlo – “Cubano” Rodríguez, Enrique Espinosa y Celestino – “Mingo” Pepe, Guido “Flaco” Bruni, Julio San Lorenzo, “Done” Rodríguez y “Camote” Panuncio. En tanto que su rival lo hizo con Palmintieri; Dante Álvarez y Rivoiro; Valenti, Villagra y Chan; Escalone, Indalecio López, Federico Cecchini y Delogú. DT: Félix Ibarra.

Luego del encuentro protagonizado por un conjunto amateur (Sportivo) que resultó ganador con holgura (Aunque había algunos que cobraban algo de dinero por jugar), mientras que por otro estuvo el conjunto rosarino integrado por futbolistas profesionales en su totalidad, se llevó a cabo un almuerzo de camaradería en la sede antigua, que tenía el club en San Martín y Rodríguez (pleno centro frente a la Plaza Mitre), es decir donde hoy está funcionando su nuevo y espectacular edificio.

Pero algo llamativo ocurrió después de la raviolada, es decir durante la amistosa sobremesa, pues por un lado la dirigencia de Central Córdoba preguntaba en donde competían con ese poderoso equipo, quedando muy sorprendidos al conocer que solo participaban de los campeonatos legistas locales, que en realidad eran muy competitivo, por el alto nivel de juego que tenían muchos jugadores que integraban los equipos de aquí, sobretodo los de Sportivo (La Franja), Atlético (Los Negros) y Rivadavia (El Fortín), aunque sin menospreciar a Fundición, Portela y Dep. Alsina, a tal punto que cuando se jugaba algún clásico importante, se llegaban a Baradero mucha gente de la localidades vecinas como San Nicolás, V. Constitución, Ramallo, San Pedro, Arrecifes, San Antonio de Areco, Zárate y Campana.

En consecuencia también estaban sorprendidos los jugadores del “Charrúa”, que no entendían para que tenían semejante equipo sin jugar nada importante como el ascenso por ejemplo, además se habían quedado con la sangre en el ojo y les pidieron la revancha esa misma tarde, la que no fue concedida negándose los locales, por tratarse de jugadores con poco entrenamiento comparado con los visitantes, por lo cual allí no hubo desquite ni lo habrá nunca y los rosarinos se fueron mascullando algo de bronca por la inesperada derrota sufrida.