Personas de nuestro medio, desde hace años afectadas por el Lupus, nos comentaron que han tenido noticias acerca de lo que podría ser un incremento de la enfermedad o bien a que los diagnósticos, siempre difíciles, hayan dado en la tecla.
Las afectada, han hecho llegar material que tienen disponible proveniente de ALUA, Asociación Lupus Argentina, y siempre actualizado. Semanalmente iremos publicando notas referidas al tema.
El autor del informe es el Dr. Robert Lahita, jefe de medicina del Hospital Monte Sinaí de Nueva Jersey y profesor de medicina del Colegio de Medicina de Nueva York.
¿Qué es el Lupus?
El Lupus en una enfermedad crónica e inflamatoria que puede afectar varias partes del cuerpo, especialmente la piel, las articulaciones, la sangre y los riñones. El sistema inmune del cuerpo normalmente fabrica proteínas, llamadas anticuerpos, que protegen al organismo contra los virus, las bacterias y otros materiales extraños. Esos materiales extraños al cuerpo se llaman “antígenos”. En una enfermedad autoinmune como el Lupus, el sistema inmune pierde su habilidad de distinguir entre las sustancias extrañas (antígenos) y sus propias células y tejidos. Por lo tanto, el sistema inmune fabrica anticuerpos dirigidos contre el propio cuerpo. Estos anticuerpos, reaccionan con los antígenos para formar los complejos inmunes. Estos se acumulan en los tejidos y pueden causar inflamación, daños a los tejidos y dolor.
Los tipos de Lupus
Hay tres tipos de Lupus: el discoide, el sistémico y el Lupus inducido por drogas.
El Lupus discoide siempre se limita a la piel. Se identifica por una erupción que puede aparecer en la cara, la nuca y el pericráneo. Se diagnostica por medio de una biopsia de la erupción. La biopsia muestra anormalidades que no se encuentran en la piel sin esa erupción. No suele comprometer los órganos internos del cuerpo. En consecuencia, el FAN, una prueba en sangre para detectar el Lupus sistémico, puede salir negativo en pacientes con Lupus discoide. Sin embargo, en muchos casos, el FAN sale positivo, pero a un nivel bajo (o título bajo). En aproximadamente el 10% de los pacientes, el Lupus discoide puede convertirse en la forma sistémica de la enfermedad y afectar casi cualquier órgano o sistema del cuerpo. No se puede predecirlo ni evitarlo. El tratamiento del Lupus discoide no evita el progreso de la forma sistémica. Los individuos que progresan a la forma sistémica probablemente tenían el Lupus sistémico desde el principio, siendo la erupción el síntoma predominante.
El Lupus sistémico suele ser más serios que el Lupus discoide y puede afectar a casi cualquier órgano o sistema del cuerpo. En algunas personas solamente la piel y las articulaciones están afectadas. En otras, las articulaciones, los pulmones, los riñones, la sangre u otros órganos y/u otros tejidos pueden ser afectados. Generalmente no hay dos personas con Lupus que tengan síntomas idénticos. El Lupus sistémico puede incluir temporadas con pocos o ningún síntoma (remisión) y otros períodos cuando la enfermedad se manifiesta activa (estallido o recaída). Comúnmente, cuando una persona dice Lupus se refiere a la forma sistémica de la enfermedad.
El Lupus inducido por drogas ocurre después del uso de ciertas medicaciones recetadas para otras enfermedades. Sus síntomas son similares a los del Lupus sistémico. Las drogas comúnmente asociadas con este tipo de Lupus son: la hidralazina (usada para tratar la presión sanguínea alta o hipertensión arterial) y la procainamida (usada para tratar los ritmos irregulares del corazón). No toda persona que toma estas medicinas desarrolla Lupus inducido por drogas. Sólo alrededor del 4% de estas personas desarrollan los anticuerpos que sugieren el Lupus. De este 4%, sólo un número muy pequeño presentan este tipo de Lupus. Los síntomas suelen desaparecer cuando se discontinúa la medicación.
En próxima entrega: Las causas.