El viernes al mediodía, en el Centro Cultural “Arturo Illia” de nuestra ciudad, tuvo lugar una ceremonia que, como todo hecho trascendente, careció de la solemnidad y el fasto propio de las cosas sin importancia.

Liliana Mazure, directora del Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Visuales (INCAA), sentada frente a una mesa acompañada de un funcionario del mismo organismo, del intendente Aldo Carossi y del secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri, procedieron a firmar el convenio marco mediante el cual el INCAA asistirá técnicamente a la Municipalidad de Baradero, para la construcción de un microcine-auditorio que contará con poco más de un centenar de butacas y los últimos adelantos tecnológicos en materia de imagen y sonido.

Los planos y la maqueta de la futura edificación, se hallaban en el mismo recinto del Centro Cultural, a un costado y a la vista de todos los asistentes que invariablemente comentaron de manera favorable idea y proyecto.

La presentación estuvo a caro del arquitecto Oscar Righini desempeando ayer la  triple función de gestor de la idea, locutor profesional y secretario de Planeamiento del municipio. Al funcionario se lo conoce por su afición la cine y, aprovechando algunos contactos que posee, logró que el INCAA se interesara en el proyecto cumpliendo así un anhelado sueño. Fue Diego Gallardo, luego, quien se encargó de darles la bienvenida oficial a los visitantes.

Habló después la Sra. Liliana Mazure, quien se mostró cálida y muy feliz de firmar el acuerdo y remarcó que el instituto que preside, entre sus varios cometidos, tiene el de lograr que el público vuelva a las salas de cine de las que fue apartado por la ola de liberalismo de los ’90, que terminó ocultándolas en los “shopping” para que el cine, un espectáculo tradicionalmente popular y familiar, finalice siendo pasatiempo de las clases más acomodadas en desmedro de las populares.

El Dr. Carossi agradeció a las autoridades nacionales presentes y remarcó que, a raíz de haber podido el municipio adquirir el edificio en el cual funciona el Centro Cultural, es que se pueden hacer cosas como el auditorio ya que antes, al no tener la propiedad del lugar, toda modificación era utópica.

La construcción del nuevo microcine respetará las líneas arquitectónicas del edificio principal y se la ha proyectado en el espacio libre que, sobre calle Malabia y resguardado por un portón de chapa, posee el Centro Cultural.

Para dar por finalizado el acto, se procedió a la firma del convenio y todos los presentes tuvieron oportunidad de conversar con las autoridades locales y nacionales durante largos minutos.

Fuente: El Diario de Baradero.