14 de enero de 2012

La autopsia se hizo en Baradero: Gravísimo, falleció en San Pedro un joven baleado por otro

El hecho ocurrió cerca de las 14.00 del jueves último en el barrio Hermano Indio cuando un joven de 19 años disparó con un arma de fuego a otro de 16 frente a su casa. Según testigos, el agresor arribó a la vivienda del agredido en moto y acompañado por otra persona y, sin mediar palabras, le disparó provocándole una grave herida en la cabeza. Ambos se conocían y tendrían problemas personales.

El menor, en grave estado, fue internado en terapia intensiva con asistencia mecánica mientras que la policía detuvo al presunto autor del ataque.

Falleció

Ayer, en horas de la mañana murió el menor que había recibido un balazo el jueves a las 14.00 en el Barrio Hermano Indio. La víctima, cuyo apellido seria Bianchi, falleció como consecuencia de la herida recibida en la cabeza. El agresor prestará declaración ante la doctora Gabriela Ates.

Autopsia en Baradero

A raíz del malestar generado por la muerte del menor, las autoridades judiciales que intervienen en el caso decidieron que la necropsia del joven asesinado se realizara en el hospital de nuestra ciudad, la operación se llevó a cabo ayer por la tarde y de inmediato el cadáver fue llevado de regreso a San Pedro.

El Barrio Hermano Indio se caracteriza por ser el escenario de hechos de violencia cotidiana en la vecina ciudad y para que se entienda de qué estamos hablando, publicamos a continuación una crónica del semanario La Opinión de San Pedro referida al tema.

El Hermano Indio es tierra de nadie

Los vecinos de la zona son víctimas cotidianas de un grupo que intenta apoderarse del barrio. Ya usurparon varias casas, expulsando a sus moradores. Apedrean patrulleros, gatillan en la cabeza de niños, caminan por los techos y tienen atemorizados a todos. Nadie se anima a decir nada por miedo a lo que les pueda pasar. Una historia que ya se vivió en otros asentamientos. Hasta ahora hay un solo detenido.

Cuando cae la tarde y en el centro de la ciudad se encienden las luces de las vidrieras, hay barrios donde los vecinos se encierran en sus casas bajo siete llaves y rezan al dios que más tienen a mano para que no les pase lo que ya ocurrió en alguna casa cercana: robos, tiroteos y una modalidad que no es nueva pero que tiene epicentro ahora en el barrio Hermano Indio, donde una pandilla atemoriza a todos y ya expulsó a varios de sus viviendas, a punta de pistola.

La Opinión pudo contabilizar al menos ocho situaciones como esta en el último mes. Desde parejas jóvenes a una mujer sola con sus hijos, pasando por un anciano que al volver del médico se encontró con la casa usurpada.

Por la noche, los pasos se escuchan en los techos de las viviendas que alguna vez fueron precarias en ese barrio Hermano Indio, que nació como un asentamiento irregular en los años 90’, cuando un grupo de familias tomó esos terrenos, donde comenzaba el límite con la zona rural.

“Los pasos arriba del techo son lo de menos”, dijo una vecina que habló con La Opinión mirando para todos lados, con el miedo de que alguien pueda reconocerla y agregó: “Acá están a los tiros todo el día y ya no se puede salir; si te vas, cuando volvés los tenés adentro”.

Móviles de la policía en el Barrio Hermano Indio.