24 de mayo de 2012

Un desastre: Peripecias de la calle Roca

Una de las curiosidades que tuvimos por estos días de lluvias intensas y frecuentes, fue acercarnos hasta la calle Julio Argentino Roca para comprobar su estado. El inadvertido o quien lea esto y no sea de nuestro medio, se preguntará qué de especial tiene la mencionada calle para que concite nuestro interés. Pasamos a explicar: en un momento, la arteria se pensó como posible salida alternativa de la ciudad y varios de sus vecinos, con la mejor de las intenciones, planearon la construcción de un bulevar asfaltado con hermosas farolas y hasta alguno pintó adornando el paisaje vial.

La ilusión duró lo que una pompa de jabón cuando se plantearon los costos y resultaban más que onerosos, máxime teniendo en cuenta que, en razón de hallarse buena parte del trazado de la calle en zona suburbana, había frentistas que tenían decenas de metros y, prorrateados los costos, el pago se transformaba en poco menos que irrealizable.

Tal como ha ocurrido siempre, se buscó una alternativa que se plasmó en la construcción de un cordón cuneta, un divisor de sendas, la preparación del suelo y la dispersión de pedregullo mezclado con asfalto sobre una base de tierra compactada. Bastó que lloviera para que, neumáticos que rodaron por encima de la Roca se llevaran tierra, pedregullo y las ilusiones de todos.

A partir de ese trabajo, muy malo a juzgar por los resultados, fue como que el municipio bajó los brazos y el paulatino deterioro de la calle llegó a estadios calamitosos como el que presenta estos días. Los vecinos, dolidos, traicionada su ilusión, en su mayoría se negaron a pagar los costos y en algunos casos hasta lo manifestaron públicamente y de viva voz. Es natural que la gente se niegue a pagar por un servicio que ha resultado de inutilidad absoluta. Lo cierto es que hoy, la calle Roca que fuera pensada en un momento como vía de acceso y egreso alternativa, es un lodazal intransitable y sus vecinos lo único que expresan es sus esperanzas frustradas.