23 de octubre de 2013

Cuando el estrés se transforma en atracón.

Si bien la bulimia y la anorexia nerviosa son trastornos de la conducta alimentaria bien conocidos por la población general, hay otro trastorno alimentario recientemente definido como entidad propia, que cuenta con mucha mayor prevalencia en la población: el Trastorno por Atracón.

En mayo de 2013, se publicó la quinta actualización del Manual de Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos Mentales (DSM-5) realizado por la American Pychiatric Association de EEUU. Por primera vez, en este manual se reconoce al Trastorno por Atracón (binge eating disorder) como una entidad propia.

El Trastorno por Atracón es un desorden caracterizado por episodios de ingesta compulsiva, en donde se consume gran cantidad de alimentos durante un determinado período de tiempo, ingiriendo una cantidad de comida superior a lo que comería una persona normal en circunstancias parecidas, y acompañado por la sensación de pérdida de control.

Se diferencia de la bulimia porque quienes lo padecen no controlan el exceso de comida mediante el vómito ni el abuso de laxantes o diuréticos. Afecta hasta al 5% de la población general y es más frecuente en las mujeres que en los hombres. El porcentaje puede subir hasta un 55% en las personas que buscan tratamientos para bajar de peso.

Los criterios que introduce el DSM-5 para diagnosticar el Trastorno por Atracón son los siguientes.

1 – Ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un lapso similar y en las mismas circunstancias.
2 – Sensación de pérdida de control sobre la ingesta de alimentos.
3 – Ingesta mucho más rápida de lo normal.
4 – Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
5 – Ingesta de grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre.
6 – Comer a solas para esconder su voracidad.
7 – Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión, o gran culpabilidad después del atracón.
8 – Profundo malestar al recordar los atracones.
9 – Los atracones tienen lugar, como promedio, al menos una vez por semana durante un período de 3 meses.
10 – El atracón no se asocia a estrategias compensatorias inadecuadas y no aparecen exclusivamente en el transcurso de una anorexia o una bulimia nerviosa.

Qué suele desencadenar un atracón

– Sentirse estresado.
– Emociones y sentimientos no agradables, como soledad, aburrimiento, pena e irritabilidad.
– En personas preocupadas por su figura corporal en planes de adelgazamiento, al percibir mínimas o nulas variaciones de peso, se puede precipitar una reacción negativa, generándose un abandono de los intentos de controlar la ingesta, comiendo de manera compulsiva.
– La dieta y el hambre asociada a ella: las personas que sufren de ingesta compulsiva suelen comer muy poco fuera de los episodios de atracones. La privación de alimentos genera una presión psicológica y fisiológica hacia la ingesta y una vez que ésta se inicia es difícil detenerla.
– Romper cualquier aspecto de la dieta impuesta: puede desencadenar una ingesta compulsiva.

Complicaciones físicas y psicológicas

Existe un mayor riesgo de las siguientes condiciones:

– Colesterol alto.
– Presión sanguínea alta.
– Diabetes.
– Enfermedad de la vesícula biliar.
– Cardiopatías.
– Algunos tipos de cáncer.
– Mayor riesgo de enfermedades psiquiátricas, en particular la depresión.

Un déficit de autorregulación de la ingesta

En las últimas décadas, una cantidad creciente de estudios vienen demostrando que los déficits principales en los trastornos de la conducta alimentaria están caracterizados por déficit en la autorregulación en la ingestión de alimentos y en el manejo de las emociones.

El trastorno de la autorregulación de la ingesta de alimentos está vinculado a una dificultad en reconocer las señales corporales de hambre y de saciedad.

El trastorno en la regulación de las emociones muestra un déficit a la hora de identificar, gestionar y utilizar en forma adaptativa las emociones.

 El autor forma parte del equipo interdisciplinario de Mindfulness Argentina Visión Clara. Es médico clínico especialista en nutrición, instructor del modelo MBSR (Reducción del Estrés Basado en Mindfulness) y miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición. El sábado 26 de octubre, a las 10, comienza en Burzaco un taller de 6 semanas de introducción a la práctica de mindfulness en la alimentación; jmartinromano@gmail.com

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