Sudáfrica se moviliza para despedir a Nelson Mandela…

Después de una madrugada de vigilia, los sudafricanos comenzaron a despedir a Nelson Mandela de cerca, en la capilla ardiente instalada en la sede del Gobierno de Sudáfrica, el Unions Buildings de Pretoria.

El ataúd, cubierto con tela blanca y tres coronas gigantescas de rosas de ese mismo color, está ubicado bajo un arco instalado en el jardín de acceso al Unions Building y custodiado por cuatro militares uniformados.

Personas de todas las razas y religiones se emocionaron al pasar junto al ataúd de Mandela, donde tienen permitido pararse durante tan sólo dos segundos.

Aunque inicialmente se anunció que haría un extenso recorrido por las calles de la llamada “capital blanca” de Sudáfrica, el cortejo fúnebre finalmente se limitó a un rápido traslado del féretro de los seis kilómetros que separan al Hospital Militar de la sede del Gobierno, en un trayecto que fue seguido con emoción por cientos de personas.

Los restos de Nelson Mandela fueron recibidos por familiares del ex presidente sudafricano en la sede gubernamental, donde se celebró una ceremonia privada antes de la apertura al público de la capilla ardiente, a las 12 (7 en la Argentina).

De esa ceremonia participaron, entre otros, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, la viuda de Mandela, Graça Machel, y su segunda esposa, Winnie Mandela. Ambas llegaron con un desconsuelo evidente y con un estricto lujo. A ellos se sumó el círculo más íntimo del Premio Nobel y decenas de jefes de Estado, como el de Zimbabue, Robert Mugabe, y el de Sudán, Omar Hassan Al Bashir.

El último acto oficial estipulado en la agenda de la despedida del líder que supo poner fin al régimen racista del apartheid con reconciliación será el entierro, el domingo próximo, en Qunu, su pueblo natal.

Ayer, mientras tanto, se llevó a cabo un multitudinario acto homenaje en el estadio Soccer City de Johannesburgo, en parte deslucido por los abucheos al presidente Jacob Zuma, pero recordado por el estrechón de manos histórico entre los presidentes estadounidense, Barack Obama, y cubano, Raúl Castro, símbolo del poder reconciliatorio de Mandela.

También ayer se realizó un pequeño homenaje en la prisión de Robben Island, donde Mandela pasó 27 años encerrado, bajo el régimen del apartheid, hasta 1990. La historia entonces se aceleró: en 1994 fue elegido presidente y guió a Sudáfrica a una transición pacífica a la democracia multirracial.

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