¡Popeye lo sabía! El hierro es fundamental para fabricar los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno por todo el cuerpo. Anotá: la carne, el pollo, los pescados y las legumbres, lo tienen. ¿Sabías que tenes que combinarlo con Vitamina C? Así el hierro se absorbe mejor: está en el tomate, el brócoli y las naranjas.

Intentá darles mucha vitamina C. Los ayuda a cicatrizar heridas, y a mantener bien lejos y combatir las infecciones. Exprimí naranjas y haceles un rico jugo, ofréceles frutillas para que coman con la mano o los tomates cherrys que les encanta por su tamaño.

Una mochila con reserva. Tus hijos no paran un minuto, están de acá para allá, y lo que más necesitan es potasio para el desarrollo de sus músculos. Probá con un potente licuado de banana, hamburguesas caseras de lentejas o espinaca salteada con pollo.

Metabolismo activo. La Vitamina B ayuda a fabricar la energía y a liberarla cuando su cuerpito se los pide. Está en el pollo, los huevos, los lácteos y en los cereales integrales como el trigo y la avena.

¡Robustecé su esqueleto! El calcio es fundamental para fortalecer los huesos, los dientes y las encías. ¡Y lo necesitan porque están en pleno crecimiento! Ofreceles: yogur, leche, yema de huevo, vegetales de hoja verde, y brócoli. ¡Vos sabes cómo cocinarles delicioso!

Vitamina D para favorecer la absorción de calcio. Lo encontrás en el atún y la caballa, y en menor cantidad en la yema de huevo y el queso. Si existe una falta muy grande de esta vitamina podría causar raquitismo en los chicos.