Conocemos con el nombre de celiaquía a la enfermedad sistémica provocada por el consumo de gluten. El mayor problema al que se enfrenta la sociedad actualmente es la falta de diagnóstico, ya que se cree que el 75% de estos pacientes aún no son conscientes de que son celíacos. ¿Por qué? Fundamentalmente porque sus síntomas son muy diversos, pudiendo presentarse de muy distinta forma dependiendo del enfermo (diarrea, estreñimiento, depresión, astenia, anemia, cefaleas, pérdida de peso, infertilidad, aborto, etc.)

Los enfermos de celiaquía deben, siempre bajo supervisión del médico, llevar una dieta libre de gluten, consumiendo alimentos naturales tales como las carnes, los pescados, las verduras, las hortalizas, etc. Solamente podrán tomar los cereales que no posean este conjunto de proteínas (arroz, maíz, mijo, quinoa…), y no se recomienda la ingesta de pequeñas cantidades de gluten, aunque estas no supongan un daño aparente para el organismo, ya que podrían ocasionar trastornos a largo plazo.

Hoy se celebra el Día Internacional del Celíaco, una jornada que pretende concientizar a la ciudadanía e informar sobre esta, cada más común, patología.

Este es un momento perfecto para recordar que los alimentos sin gluten aún poseen unos precios muy elevados, por lo que son considerados de difícil acceso para una parte importante de la población.