(NOTA CON AUDIO): María Teresa Difalco nos relata el robo que sufrió el 31 en su domicilio.

“Vine a pasar las fiestas con mis hijos a Buenos Aires como hago habitualmente. En mi casa siempre queda gente así que me vine tranquila. Además, nunca hubo muchas cosas de valor. Lo más valioso era el televisor y plata que yo había guardado para pagar las deudas. El hecho tiene que haber sido en el transcurso del día 31. No sé qué hora exactamente. Lo curioso es que yo tengo una perra labradora negra que impone miedo. Intuyo que debe haber sido alguien que ya ha ido a la casa y la perra conoce y no le ha hecho nada. Por los datos que tengo, entraron por el terreno baldío que tengo al lado de mi casa. Rompieron una parte del alambre que hay y entraron por ahí. A mi casa entraron por una ventanita que yo tengo. Hicieron todo de manera muy prolija. Desenchufaron el televisor y cuando se fueron me dejaron todas las puertas cerradas y la perra dentro de mi casa. Nunca se sabe quién puede ser. A mí me da la intuición que me deben conocer por eso de la perra, porque sabían que no les iba a hacer nada. Me entere de lo que había pasado a las 10 de la noche del 31, cuando estaba cambiándome para salir a comer. Lloré media hora, de bronca, de impotencia. Pero no solo por el televisor, sino por la sensación de que entran a tu casa y te violan la intimidad. Además, no es fácil reponer las cosas, uno vive del sueldo.”, nos relató la damnificada.