En Nuestra Mañana conversamos con Diego Cuello, el entrenador de Básquet del Club Sportivo.
-¿Cómo los afectó la cuarentena?
No estamos entrenando, este día a día es muy duro. Pero también entendiendo la situación y tratando de ayudar en lo que podamos desde el punto que nos toca. Tenemos la esperanza de volver pronto y hacer seguir creciendo la actividad como lo venimos haciendo año a año.
-¿Hasta dónde hay que ir en el tiempo para encontrar el momento en que te enamoraste del básquet?
En el barrio dónde me crié, Santiago Apóstol, un amigo tenía una pelota de básquet y jugábamos en un canasto. Era un canasto de basura. Y armamos un equipo y fuimos a jugar contra Sportivo. Y terminamos entrenando. Y desde ahí no paré, tendría 8 o 9 años.
Siempre he jugado para divertirme. Cuando dejé me ofrecieron ser DT y fue un amor a primera vista… enseñar y seguir conectado a lo que me gustaba.
-¿Hablando de enseñar, estuviste junto a Santiago Ibarra en su formación?
He tratado de ayudarlo lo más que pude, pero la calidad de él se veía de chico. Cuando alguien tiene calidad es más fácil enseñar. Creo que hay grandes jugadores en Baradero, para pulirlos y que lleguen a jugar en otro nivel. Me parece que Martín Moro es uno que podría pegar un salto aunque sea a clubes de la zona un poco más fuertes. ¿Juan Martín Ibarra? Le sobra, tiene el doble de condiciones que Santiago.
-¿Por último, que momento de gloria recordás?
Cuándo salimos campeones provinciales en Mar del Plata, con la selección de Zarate-Campana, que estuvo Pipo Rossi conmigo. Viajó para acompañarme en la final. Eso no me lo olvido más. Y creo que Santiago salió el mejor jugador de la Provincia.