Cada vez más hijos denuncian al padre por las agresiones que se viven en la casa.
Sólo un 0800 provincial recibe casi 100 llamados al mes para denunciar hechos violentos contra la mujer. Las autoridades admiten que crecieron los casos en donde los que se animan a pedir ayuda son los propios chicos
¿Hay más golpeadores o más personas que se animan a denunciar? La pregunta parece inevitable cada vez que se conoce una nueva estadística sobre violencia de género. Y no es capricho ni lugar común, porque si bien la respuesta sigue incierta lo que se repite como los golpes de un martillo es el incremento de denuncias. Cada vez hay más. En los últimos días, la dirección de Políticas de Género del ministerio de Desarrollo Social de la Provincia detalló que de enero a agosto pasado su línea gratuita recibió 780 llamados, la mayoría de mujeres de entre 20 y 40 años. Pero también, y en número creciente con respecto al año pasado, de chicos que pidieron ayuda ante las agresiones de su padre hacia ellos o hacia su madre.
“Es un dato novedoso de la última medición -admitió esta semana Santiago Cafiero, subsecretario de esa área provincial-. Se observa que hay más llamados de chicos que quieren denunciar a su propio padre por golpeador, y creo que eso se debe a que actualmente hay más información y el problema ahora es más visible”.
Según el último informe de esta cartera provincial, de enero a esta parte la línea gratuita 0800-666-5065 contra la violencia familiar viene recibiendo un promedio de casi 100 denuncias al mes, lo que representa un 16% de incremento en relación al mismo período del año pasado.
A la hora de desglosar esas llamadas, el informe detalla que la franja etaria con mayor cantidad de denuncias es la que va de los 20 a los 40 años, con el 54,77% del total, con la particularidad de que el sector de entre 31 a 40 años representa el 30,09%, y el de 20 a 30 años, el 24,68%. En la estadística de llamadas le siguen las mujeres de 50 años en adelante, con el 24,29%, y lo cierran las de entre 41 y 50 años, con el 20,94%.
“Hoy se están denunciando más casos -apuntó Cafiero-, pero no creo que sea porque existen más golpeadores sino porque, en realidad, muchas mujeres encuentran el respaldo para hacerlo, lo que nos alienta a seguir trabajando con mayor energía para tomar intervención y contener no sólo a la víctima directa del maltrato, sino a todo el grupo familiar que también sufre las consecuencias”.
El dato de los chicos que participan en el universo de denuncias por casos de violencia doméstica no es menor, sobre todo si se tiene en cuenta que en este último tiempo son ellos las otras grandes víctimas de este flagelo.
Como ejemplo basta mencionar el informe anual de la Asociación Civil La Casa del Encuentro, que en 2011 detalló que se cometieron 29 femicidios vinculados. En estos casos, los niños y niñas son el blanco directo de las agresiones, con el objetivo de causarles daño a sus madres.
Uno de los casos paradigmáticos de este costado del drama ocurrió el 15 de noviembre pasado, cuando Tomás Dameno Santillán, de 9 años, fue asesinado a golpes en su cabeza. Es un caso emblemático porque el principal sospechoso y único detenido por el crimen es su padrastro: Adalberto Cuello. Para los investigadores, Cuello tenía como fin causarle daño a la madre de Tomás, Susana Leonor Santillán. El fiscal de la causa, Javier Ochoaizpuro, lo acusó de “homicidio agravado por ensañamiento, alevosía o insidia”.
Según el informe elaborado por la Casa del Encuentro, además, de los 29 asesinatos a chicos, víctimas de la violencia de género, 25 de estos menores eran niños y niñas de entre 2 a 12 años.
Lo que revelan los datos de esta ONG entran en sintonía con la última estadística sobre el tema elaborada por la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, según la cual tres de cada 10 denuncias por violencia involucran a menores de edad.
De acuerdo a ese relevamiento, el 27% de las denuncias sobre violencia doméstica tiene como víctimas a menores de edad. Las cifras se repiten a lo largo de todo el año 2011 de manera similar y constante. Y si se hace un promedio de ellas se obtiene que el 31% de las denuncias involucra a menores como víctimas.
“Otro de aspectos novedosos de las estadísticas es que se observa una mayor cantidad de llamados de chicas jóvenes que quieren denunciar noviazgos violentos -señala Cafiero-. Eso años atrás no se veía, y creo que está relacionado a una mayor calidad de la información sobre esta problemática. Lo que ocurre es bueno porque el llamado para denunciar es muy importante. Se trata del disparador fundamental para ponerle freno a una relación de agresiones y maltrato”. Según un informe elaborado por la Casa del Encuentro, de los 29 asesinatos a chicos, víctimas de la violencia de género durante 2011, 25 eran niños y niñas de entre 2 a 12 años
Desde el ministerio de Desarrollo Social bonaerense se precisó además que la línea de ayuda “es atendida por profesionales especializados en situaciones extremas, y no sólo brinda contención sino también asesoramiento en articulación con otras áreas estatales y organizaciones sociales que trabajan con la temática”.
De acuerdo a la ley 12.569, se denomina violencia familiar a toda “acción, omisión, abuso, que afecta la integridad física, psíquica, moral, sexual y/o libertad de una persona en el ámbito del grupo familiar aunque no configure delito”.
Sobre este aspecto puntual, son varios los que trabajan en la problemática y aseguran que, si bien la violencia de género se ha hecho visible en la Argentina en los últimos años, esa visibilidad del drama no significa necesariamente un mayor avance en los derechos de las mujeres.
De acuerdo a las cifras que se manejan en el tema, las denuncias han aumentado en forma sostenida; sin embargo, por la falta de estadísticas oficiales que unifiquen el problema se ignora si esto implica también un incremento de la violencia. Sí está claro que constituye un grave problema social y de salud pública, para el que el Estado ha implementado hasta ahora muy pocos de los recursos previstos en la ley 26.485, de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, promulgada en 2009. Esta ley ordena realizar estadísticas que siguen sin hacerse.
¿Hay más casos o una mayor iniciativa por denunciar? Interpretaciones al margen, lo concreto es que desde 2010 aumentó 60% la cantidad de casos que llegan a la OVD de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. También que la cantidad de llamados creció un 16% en suelo provincial y que un informe del Observatorio de Femicidios, de la ONG Adriana Marisel Zambrano, indica por su parte que cada día en el país una mujer muere víctima de la violencia de género. Paradójicamente, el hogar familiar es el lugar más peligroso para las mujeres, y sus propias parejas o ex parejas, los principales agresores.
Lo concreto, hasta ahora, es que las denuncias no paran de crecer.
