Hay acciones de los políticos comunales que asombran. Es cierto que la actual conformación del Honorable Concejo Deliberante, al menos por el momento, tiene otra impronta de trabajo. También es cierto que una parte de este HCD viene arrastrando la suela al piso. Ahora bien, a este Concejo, que a pesar de lo mencionado en cuanto al trabajo deja mucha tela por cortar, es evidente que le falta caminar las calles de este pueblo. Sólo lo ven desde atrás del cristal del auto en el que giran por algunas calles de la ciudad, y no todas. Sí, a muchos les falta calle y cuando se dice esto significa que no hay capacidad de mirar alrededor, sólo demuestran una vez más que rinden la poca capacidad de pensar en cómo meter las manos dentro del bolsillo ajeno, como ya lo hicieron y de ahí la carente de respeto e inescrupulosa acción de aumentar los impuestos un 80%, sin que hasta el momento ninguno de los ediles presente un proyecto para comenzar a definir quién o quiénes son los responsables de esta mala administración pública.

No es una utopía solicitar o peticionar que quienes manejaron o manejan mal los dineros públicos y también los que tuvieron la misión de ser controladores, comiencen a rendir cuentas.

Pero sin embargo, increíblemente, el bloque de la Coalición Civica-Ari, que sumó su voto con agrado para el aumento inescrupuloso de las tasas municipales, ahora propone que los deudores de impuestos figuren en el Veraz, lo que acarrea un inconveniente para solicitar créditos y hacer compras. Todo en el marco de una acción para disminuir el alto porcentaje de incobrabilidad de las tasas municipales, que según indican en el proyecto se encuentra en aproximadamente el 50% de los contribuyentes. Pagar las tasas es una obligación natural de este sistema de vida, también es cierto que Baradero no está sumergida en una copa de muchas bondades laborales y muchos padecen la falta de trabajo y simplemente sobreviven.

Pretender armar una lista donde dejar “escrachados” a los que no pagan sus tasas encubierto en que es para el bien común, es otra mentira.

¡Que fácil es aplicar medidas para los otros y no cumplir con las obligaciones propias! Simplemente una incoherencia de vida que no merece enmiendas.

Daniel Buey