El sentido común dicta que un exceso de consumo de bebidas azucaradas y alimentos conjuntamente con una dieta regular de hidratos de carbono refinados que se convierten en glucosa cuando son descompuestos por enzimas pre-digestivas en la boca, no solo es malo para el sobrepeso sino que también activa las fases iniciales de muchas enfermedades crónicas.

El síndrome metabólico, la diabetes y la demencia se han asociado todos a demasiado consumo de azúcar en la dieta y ahora los investigadores tienen las primeras pruebas de que comer demasiado azúcar a lo largo de muchos años aumenta de forma dramática el riesgo de desarrollar y fallecer de un fallo cardiaco.

Niveles altos de glucosa en sangre alteran la estructura proteínica del músculo del corazón debilitando su capacidad de bombeo Los científicos han hallado que una única molécula metabolito pequeño de glucosa conocido como glucosa 6-fosfato (G6P) causa estrés al corazón que cambia las proteínas musculares y causa un bombeo más débil conllevando fallo del corazón. Más aún, los investigadores han determinado que G6P se acumula en la sangre circulante y almacenes de tejidos como resultado de un exceso de consumo de azúcar y almidones a lo largo de un periodo extenso de tiempo.

También, estudios del pasado han demostrado claramente que niveles circulantes altos de glucosa aumentan de forma dramática el riesgo de cáncer y crecimiento metastásico ya que el azúcar es la fuente primaria preferida de carburante para las células cancerígenas. Investigadores de la Asociación Americana del Corazón afirman que el aumento de consumo de azúcar ha acarreado más diabetes y enfermedades del corazón a lo largo de la última década.

Tratamientos ineficaces usando fármacos mortales no tienen efecto en la progresión de la enfermedad y a menudo causan problemas médicos más serios. El equipo de investigación examinó tejido del corazón extraido de pacientes sometidos a implantes ventriculares y hallaron que G6P puede causar daños significativos al músculo del corazón. Daños al corazón se agravan con un diagnóstico pre-existente de diabetes o tensión alta.

La enfermedad del corazón y fallo del corazón no son inevitables, incluso cuando existe una larga historia familiar de enfermedad. Cambios en el estilo de vida y dieta que incluyen la eliminación de bebidas azucaradas, dulces e hidratos de carbono procesados que de forma inmediata rebasan nuestro metabolismo con un crecimiento brusco de glucosa son esenciales para prevenir la muerte temprana por trastornos cardiovasculares y fallo del corazón. Comprueba tu evolución monitorizando las lecturas de glucosa después de las comidas para evitar una lectura superior a 100 mg/dl dos horas después de comer.

fuente: www.doctornews.org