Alrededor 15 millones de personas sufren un accidente cerebrovascular (ACV) cada año en todo el mundo, afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ellos, más de cinco millones mueren y otros cinco millones quedan discapacitados en forma permanente. Los ACV constituyen junto al infarto de miocardio las principales causas de muerte, “donde el riesgo de sufrir estas afecciones aumenta en los varones de edad madura, así como en las mujeres después de la menopausia”, confirmó el médico especialista en Endocrinología y Metabolismo, Sergio Schlimovich.

El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de discapacidades de larga duración en gran parte del mundo. “Los sobrevivientes de un ACV deben enfrentarse a una variedad de problemas mentales y físicos, según la gravedad del daño cerebral.

Con rehabilitación, la mayoría de quienes sufren un accidente cerebrovascular pueden mejorar su calidad de vida. El objetivo de la rehabilitación es ayudar a los sobrevivientes a reducir su dependencia de las personas encargadas de su cuidado y mejorar su capacidad física. Las claves de una rehabilitación exitosa incluyen la actitud del sobreviviente, la destreza del equipo de rehabilitación y el apoyo y la cooperación de los familiares y amigos”.

Tenemos el testimonio de Silvia Zárate de nuestra ciudad, que recuperada de un ACV, nos transmite sus vivencias:

“Yo sufrí el ACV en enero de 2011, fue a causa de un pico de estrés, tuve un ACV isquémico, que se produjo sobre el lado izquierdo del cerebro y que me afectó el lado derecho, la mano y la pierna, como todos habrán visto tuve que usar bastón durante mucho tiempo, tuve 9 meses de rehabilitación, tuve un equipo de profesionales espectaculares que no me dejaron en ningún momento, y por eso creo que estoy como estoy, el kinesiólogo, todos los médicos y el apoyo de toda la familia y de amigos que siempre estuvieron.

Yo previamente no sentí ningún síntoma, me había hecho un chequeo un mes antes y estaba todo bien, lo único que tenía un poco alto era la prolactina  que en la mujer determina el estrés, cuando me ocurrió yo estaba en mi casa antes de salir a trabajar, primero sentí que me pesaban un poco las piernas, después es como que no pude caminar, se me cayó el brazo, sentía que me moría, me caí como muerta pero yo sentía todo, llegó la ambulancia y me trasladó rápidamente a la clínica, allí me descomprimieron y fue lo que me salvó la vida.

Estuve cinco días internada en la Clínica Sindical, me atendió el Dr. Ochoa que fue quién me dio los primeros auxilios.

Lo importante, después que te pasa es como razonas vos, y como razona el entorno, eso es fundamental, porque vos no entendés lo que te está pasando porque no podés manejar tu cuerpo, y la actitud del entorno es muy importante para poder recuperarte. Hoy recuperé mi vida, volví a estudiar, se puede, siempre se puede volver a empezar.

A mi me gustaría que desde el Concejo Deliberante y del Ejecutivo se hagan estadísticas y prevención sobre el ACV, porque hay mucho desconocimiento sobre esta enfermedad.”