Las madres que padecen depresión deberían buscar ayuda para disminuir las chances de que sus hijos desarrollen comportamientos antisociales, señalaron investigadores investigadores del Reino Unido.
Los expertos afirmaron que este desequilibro mental en la mujer puede aumentar el riesgo de que los niños caigan en conductas como la violación de las normas, el vandalismo, las peleas las mentiras y hasta los robos. Esta consecuencia derivaría de factores medioambientales y no exclusivamente genéticos.
Julia Kim-Cohend, del King´s College de Londres y autora principal del ensayo publicado en “Archives of General Psychiatric” estudió a 1.116 parejas de gemelos de entre cinco y siete años. Se realizaron pruebas a todos los niños para evaluar la existencia o no de conducta antisocial, un comportamiento que también fue evaluado en sus padres y madres. Los científicos realizaron, asimismo, pruebas de depresión a todas las mamás.
“Los descendientes de mujeres que sufrieron depresión tras ser madres tenían un riesgo más elevado de presentar conducta antisocial, especialmente si la progenitora había padecido la enfermedad a lo largo de los primeros cinco años de vida del menor”, indicó el estudio.
El mayor riesgo para comportamientos problemáticos se manifestó en niños cuyas madres sufrían de depresión y también mostraban síntomas de una personalidad antisocial.
Curiosamente, los descendientes de aquéllas que se deprimieron antes de dar a luz, y no posteriormente, no tenían más posibilidades de desarrollar el trastorno psiquiátrico.
Los expertos afirmaron que sus hallazgos sugieren “un marcado componente ambiental que relaciona la exposición a una depresión materna con problemas conductuales en sus hijos”.
En opinión de los investigadores, “tres factores podrían explicar esta asociación: primero, las mujeres deprimidas son más propensas a tener rasgos de personalidad antisocial relacionados con la depresión; segundo, tienden más a tener niños con hombres que también muestran comportamientos antisociales; y tercero, los niños de mamás con la enfermedad mental podrían simplemente estar predispuestos genéticamente a los trastornos antisociales”.
Por último sugirieron que “los médicos que tratan los comportamiento antisociales de los chicos deberían indagar si sus madres padecen depresión o antecedentes de problemas de conducta para identificar las necesidades de tratamiento para toda la familia”.
Fuente: elmundo.es / docsalud.com