Mirada económica: Dime cuántas medallas tienes y te diré quién eres…

Entre el 19 y el 21 de agosto de 1991, un grupo de miembros del ala dura del Partido Comunista de la entonces Unión Soviética intentó derrocar a Mijaíl Gorbachov. Consideraban que el conjunto de reformas de liberalización de la economía que se estaba implementando (la famosa Perestroika) ponía en jaque los principios doctrinarios del Partido.

Si bien el golpe fracasó, lo cierto es que puso en evidencia una tremenda ruptura política e indicó claramente que el camino de abandono del comunismo ya sería definitivo.

El 25 de diciembre de 1991, finalmente la Unión Soviética dejó de existir como tal.

El relato histórico tiene que ver con que en los últimos Juegos Olímpicos de Beijín, el conjunto de países que otrora conformaban la URSS sumó 163 medallas, un 48% más que su inmediato seguidor y eterno rival geopolítico, los Estados Unidos.

Resulta interesante preguntarse si el extraordinario cambio de modelo económico ocurrido con la fractura del gigante soviético afectó positiva o negativamente su performance deportiva, puesto que en tiempos en que los entrenamientos son ultra sofisticados, pues los resultados en las olimpíadas pueden ser vistos como una especie de termómetro del bienestar socioeconómico de los países que compiten.

DEPORTE Y BIENESTAR

¿Usted qué piensa? ¿Cree que los resultados deportivos dependen del bienestar económico de la población? Entonces, ¿deberían estar mejor o peor que antes los ex rusos?

Para develar la incógnita es preciso remontarse a los Juegos Olímpicos de Seúl, en 1988. Allí, la poderosa escuadra soviética también lideró el medallero, aunque por un margen más exiguo (un 29% más de medallas que los Estados Unidos). La distribución de las medallas, no obstante, fue más concentrada en torno de las doradas en aquella oportunidad, mostrando que en todo caso hoy hay más deportistas de excelente nivel, aunque menos de aquellos superlativos capaces de subirse al primer lugar del podio.

El segundo caso de cambio económico estructural notable es obviamente el de China, que desde que abrió su modelo e incorporó reformas pro mercado, viene creciendo sostenidamente a tasas de entre el 8 y el 12% durante los últimos 32 años. Pues bien, en Seúl ‘88 los asiáticos se alzaron con 28 medallas (5 de oro), finalizando onceavos en el medallero, al tiempo que en Los Angeles ‘84 se llevaron a casa 32 preseas (15 de oro).

Ya 24 años de crecimiento económico mediante, en Atenas 2004, los chinos salieron segundos con 32 medallas, pero de oro, y un total de 63 podios.

Beijín 2008 obviamente no resulta una comparación justa porque el extraordinario predominio con 51 medallas doradas bien podría ser atribuido al peso de la localía, pero en los pocos días que van de competición y mientras escribo esta nota van cabeza a cabeza con los Estados Unidos, empatando en los oros y sacándole una ligera ventaja en las distinciones plateadas.

MODELO ECONOMETRICO

La espectacular correlación entre PBI y el medallero olímpico fue incluso predicha por un modelo econométrico diseñado por John Hawksworth, de la consultora Price Waterhouse, quien estimó que 8 de las 10 economías más grandes del planeta acabarían entre los 10 países con más medallas, colándose sólo Australia y Corea del Sur entre los poderosos.

Estados Unidos, siempre según esta consultora, le ganaría ampliamente el medallero a China, al tiempo que Brasil, que según el FMI es la séptima potencia mundial, quedaría relegado al puesto 16 de las olimpíadas.

Hawksworth no es el primer científico en construir un modelo socioeconómico para estimar la performance deportiva. El sociólogo Donal Ball ya demostró en 1972 la correlación entre desempeño económico y éxito deportivo, al tiempo que Andrew Bernard, del NBER, y Meghan Busse, de la Universidad de Berkeley, demostraron que el tamaño de un país, medido por su población, tiene el mismo efecto que el poderío económico individual de sus habitantes en las posibilidades de ganar en las olimpíadas, de modo que un país cuya población sea un 10% menor que la de otro país puede obtener la misma cantidad de medallas que aquel si su PBI per cápita fuera un 10% más alto, compensando así con mayores ingresos, su menor tamaño.

EL CASO ARGENTINO

¿Y qué predice el modelo econométrico para Argentina?

Puesto que la economía ha crecido en los últimos 4 años, nuestro país debería sacar 1 medalla más que las 6 obtenidas en China, pronóstico que de momento pareciera no estar cumpliéndose, aunque los juegos aún no han acabado.

Claro que los de Price Waterhouse tienen competencia. La gente de Goldman Sachs, famosa calificadora de riesgo, no sólo hizo su propio modelo econométrico sino que además concluyó que la organización del evento incrementará el PBI del Reino Unido en un 1,4% y aumentará la cantidad de medallas obtenidas en un 54% por el efecto de localía.

Para Goldman Sachs, el 87% de las medallas pueden predecirse a partir del nivel económico de los países y de quién organiza la competencia, aunque el poder de predicción varía de deporte en deporte, siendo altísimo en natación, ping pong y esgrima y casi nulo en triatlón, fútbol, salto en trampolín, tenis, vóley, taekwondo, softbol y handbol.

Y aunque estiman un final cabeza a cabeza entre China y los Estados Unidos, nos pronostican exactamente las mismas 7 medallas que la otra consultora.

Por MARTIN TETAZ

El autor es economista, profesor de la UNLP y la UNNoBA, investigador del Instituto de Integración Latinoamericana (IIL) e investigador visitante del Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (CEDLAS)