WIFI GRATIS: ASI SAQUEAN TODOS LOS HOMEBANKING.
En un mundo cada vez más digitalizado, resulta imprescindible contar con una conexión estable a internet wifi para concretar las operaciones del día a día; sea para trabajar, abonar productos o servicios o incluso para entretenerse en los momentos de ocio.
Para quienes carecen de datos móviles en el celular o ven intermitencias en el Wi-Fi de su hogar, existen diferentes espacios públicos a los que pueden acceder para lograr una conexión por una red gratuita. Tal es el caso de las librerías, restaurantes o aeropuertos, entre muchos otros sitios.
Incluso, proliferan aplicaciones como WIFI Map, que ayuda a las personas a encontrar redes abiertas en su entorno basándose en la información proporcionada por otros usuarios; algo así como cuando un conductor avisa por la app Waze que hay una cámara de control de velocidad pero, en este caso, se informa sobre ubicaciones que ofrecen internet gratuito.
“Más allá de que la aplicación tenga buenas reseñas y una política de privacidad clara, esto no elimina los riesgos inherentes de conectarse a redes Wi-Fi abiertas. Estos riesgos persisten independientemente de cualquiera de las decenas de aplicaciones con estas mismas funcionalidades que se utilice para encontrar y acceder a estas redes”, dijo Martina López, Investigadora de Seguridad informática de ESET Latinoamérica, a El Cronista.
Estafas: la amenaza de seguridad por usar Wi-Fi abierto
Las palabras de la experta en ciberseguridad anticipan lo que al día de hoy es una amenaza creciente, pero completamente prevenible. Se trata de la posibilidad que tienen los piratas informáticos de aprovechar una conexión a Wi-Fi sin contraseña al clonarla y usarla para fines maliciosos.
Imaginemos la siguiente situación: la potencial víctima ingresa a un café y decide conectarse a la red del lugar que, aparentemente, no requiere contraseña para acceder. En segundo plano, un atacante está al acecho; con su antena inalámbrica preparada, esperando a que alguien se conecte a esta “red inofensiva”. La trampa es que, previamente, el delincuente ha configurado su propia red con el mismo nombre que la del café.
FUENTE: EL CRONISTA