La declaración de emergencia global puede ayudar en esa dirección, ya que centrará la atención de grupos de investigación y laboratorios con capacidad para iniciar la búsqueda. También debe promover el riguroso control de casos, y la búsqueda de métodos que frenen la expansión del mosquito transmisor, el ‘Aedes aegypti’, que también es vector del dengue y el chikunguña.

La principal inquietud se centrará en las mujeres que hayan iniciado un embarazo y se encuentren en la zona donde el virus se ha hecho epidémico, o aquellas que hayan viajado desde esos países tras iniciar la gestaciòn. El uso de repelente de mosquitos es, de momento, una recomendación de incuestionable alcance.