28 de mayo de 2019

28 de Mayo de 1880: Repatriación de los restos del General José de San Martín.

Treinta años después de su muerte, y en ocasión del aniversario de la Batalla de Maipú, el presidente Nicolás Avellaneda instó a la repatriación de los restos del General Libertador.

Y así fue que a bordo de bergantín- goleta “Villarino” llegaron los restos de San Martín al puerto de Buenos Aires el 24 de Mayo de 1880, previo paso por las costas de Montevideo. La nave permaneció fondeada hasta el día 28 de Mayo en que desembarcó el ataúd con los restos del General que fueron colocados posteriormente en la Catedral Metropolitana de la capital Argentina.

El presidente Avellaneda presidió los honores que se le tributaron al ilustre Libertador. El pueblo entero se asoció a las autoridades y eses día fue decretado feriado en toda la Nación.

Una historia ampliamente difundida en internet asegura que tras su primer viaje al país, al llegar al puerto de Buenos Aires y en medio de la ceremonia oficial para recibir los restos de San Martín, aparecieron siete viejos hombres, sobrevivientes de la guerra de la Independencia,  quienes ataviados con los viejos uniformes de Granaderos y montados en sus corceles marcharon a recibir al prócer.

Aquel día, sin que nadie los obligase, los siete Granaderos lo acompañaron hasta su morada final y allí se quedaron de guardia, toda la noche y luego se despidieron sin que nadie supiera sus nombres.

Aquellos hombres anónimos que custodiaron los restos de San Martín habrían inspirado la organización actual de la guardia de honor en la Catedral de Buenos Aires, efectuada justamente por siete integrantes del Regimiento de Granaderos “General San Martín”, cuerpo del ejército reconstituido en 1903 durante la presidencia de Julio Argentino Roca y al cual otro presidente, Figueroa Alcorta, nombró oficialmente como escolta presidencial.