4 de febrero de 2012

Tan sencillo como azaroso: El hilo continuo de la vida está hecho de sucesivas adaptaciones

Para que la vida continúe, debemos adaptarnos y así poder reproducirnos. Tan sencillo como azaroso. Igual para la reina de Holanda que para la hormiga reina. Igual para Bill Gates que para un cartonero de Buenos Aires.

Para cada cambio de situación, las distintas formas de vida ponen en marcha sus intentos adaptativos.

Millones de organismos se han extinguido a través de los tiempos, entre otros motivos, por haberse especializado tanto que se les hizo imposible vivir con exigencias muy distintas. Esa información de origen biológico nos permite un mejor análisis de la realidad social global actual. Para tomar un ejemplo elijo los países que prácticamente lo único que producen es petróleo. Si bruscamente apareciera una nueva forma más barata de energía, ninguna reserva les alcanzaría para la sustentabilidad. Las posibilidades de adaptación serían muy bajas.

Desde Darwin se sabe que la aparición de rasgos adaptativos son la consecuencia de la variación

evolutiva, es decir, se producen gran cantidad de variaciones en cada generación y triunfa lo viable.

Para todas las formas de vida, y por supuesto también para el hombre, la pregunta útil es para qué surge la adaptación y no por qué se produce. Esto es especialmente valioso para los jóvenes que se preparan para competir en el mercado laboral, ya que la creatividad surge de ese interrogante. No es correctamente así, pero es principalmente así. Cuando Harvey se dio cuenta de la circulación de la sangre, la buena pregunta que se había hecho era ¿para qué hay válvulas en el sistema que forman el corazón y los vasos? En ese momento el avance fue importante.

Cuando la manada de ciervos corre para salvarse de las garras del león, la velocidad adaptativa que se requiere es no quedar entre los últimos, ya que esos son atrapados por el predador. No es distinto a lo que pasa en Silicon Valley. El que queda rezagado en patentes es digerido por el sistema. Cuando los padres preguntan a los hijos ¿sabés a qué riesgos te exponés?, no los están conteniendo, si no que expresan una explicación con las dificultades adaptativas previsibles. La tendencia selectiva es hacia lo más probable. En general, pareciera que adaptarse a lo aparentemente imposible es sólo cuestión de tiempo. Las ballenas son un ejemplo. Son parientes de los cerdos y los hipopótamos. En un momento comenzaron a dejar de correr y poco a poco introducirse en el mar. Con adaptaciones sucesivas alcanzaron la alta eficacia con que viven en el nuevo medio.

¿Cómo es la adaptación del hombre actual a los rápidos cambios del mundo social, científico y tecnológico? Es igual que siempre, solamente hay que leer “el prospecto de actualización de las reglas del juego”.Provenimos de mutaciones aleatorias que resultaron beneficiosas y por eso subsistieron.

El cerebro es rico en adaptaciones que encausan las emociones y por lo tanto la toma de decisiones. La drogadicción es una “adaptopatía” que entorpece respuestas automáticas del cerebro de probada eficacia. La droga quiebra la eficacia selectiva, afecta la adaptación y corta el hilo continuo de la vida.

Por el Dr. Nevio Borrone – Especial para Hoy