Martes de la 2ª semana de cuaresma: “El detestable vicio de la ambición, verdadero cáncer de la comunidad”
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo:
– «En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.
Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame “maestro”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo.
El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». EVANGELIO: Mateo 23, 1-12
CLAVES para la LECTURA
– El fragmento aparece después de los debates de Jesús en el Templo y constituye el primer cuadro del tríptico que el evangelista Mateo dedica a denunciar a escribas y fariseos (c. 23). Jesús se dirige “a la gente y a sus discípulos” con una doble enseñanza (vv. 1-12). Por una parte, desenmascara la incoherencia (vv. 2-4), la ostentación y la vanagloria (vv. 5-7) de escribas y fariseos, contra los que lanzará sus siete “ayes” (vv. 13-36).
– Por otra parte, pone en guardia a los discípulos contra el detestable vicio de la ambición (vv. 8-10), verdadero cáncer de la comunidad, evidentemente, también en tiempos de la redacción del Evangelio. Cualquier actitud de puras formas externas o de búsqueda de prestigio personal desvirtúa la misma religiosidad y la convierte en idolátrica. Entonces, ¿qué hay que hacer? ¿No escuchar la Palabra de la que los jefes son intérpretes incoherentes? Jesús invita al discernimiento, a hacer lo que dicen y no lo que hacen. El evangelista Mateo, implícitamente, nos invita a mirar a Jesús, el verdadero Maestro, fiel intérprete del Padre.
CLAVES para la VIDA
– Abarcando distintas dimensiones de la vida, la liturgia cuaresmal y el Evangelio nos conducen a otros aspectos de nuestro caminar como seguidores de Jesús. Para visualizar nuestro “examen”, nos pone delante el estilo de los fariseos, que fundamentalmente viven para la galería, pero sin coherencia interior de vida; denuncia la hipocresía como forma y actitud de vida y de comportamiento. Está claro que la Palabra de Dios no se conforma con que hagamos unos “retoques”, más o menos superficiales. Nos anima y empuja a buscar la coherencia. Por supuesto, tarea permanente donde las haya.
– Y la propuesta que ilumina la vida es clara: “el mayor de vosotros será el que sirve a los demás”; ahí está el secreto de todo; ahí está el camino evangélico y que el Maestro Jesús nos va a invitar de manera reiterada y con su propio ejemplo. Ésa sí que es la escuela donde se “curan” las actitudes de superioridad o de sentirse mejor que los demás. Todo un programa para cada día y para este tiempo de gracia cuaresmal. ¿Me atreveré a tomarlo en serio?
ORACIÓN PARA ESTE DÍA
“Jesús, hoy te ruego por todos aquellos y aquellas que tienen la misión especial de predicar y enseñar el Evangelio. Ayúdales a ser coherentes”.

