23 de abril de 2012

Marx y el Che se dieron una vuelta por Baradero

Viernes por la noche. Lluvia en Baradero. Desde un lugar de esta ciudad y a contracorriente de las modas hegemónicas, se llevaba a cabo el segundo encuentro de marxismo abierto en nuestro local.

Creían que lo había sepultado bajo el muro de  Berlin, creían que era el fin de los grandes relatos, el fin “de la historia”, derrota de las corrientes criticas. Pero no,  donde hubo dominación, siempre hubo resistencia, rebeldes. Marx volvió, siempre vuelve.

El siglo xx cerró con miles de derrotas. Con grandes movimientos que pretendían cambiar el mundo, derrotados, aplastados. Las persecuciones, los  asesinatos sistemáticos, los exilios,  la complicidad intelectual y civil, fueron moneda corriente en América Latina y en el mundo. La hegemonía del sistema de dominación imperante en los 90 fue prácticamente total. En el mejor de los casos nos relegaron a demandas parciales y marginales. Alguna sutil modificación, nada que cuestione la realidad de fondo, nada en contra del capital.

La derrota se sigue sintiendo, nos pesa, nos condiciona, nos limita. La dominación la vivimos todos los días. Nos cuesta formar un pensamiento crítico, las instituciones de nuestra sociedad y los medios masivos de comunicación nos arrastran hacia un mar de estupidez del cual nos cuesta salir, plantear algo diferente, criticar, leer un libro.

A las 22.30 luego de una introducción, comenzó la lectura del tercer capitulo  “Necesidad de un método y una filosofía propios”, enseguida nos llevo hacia un encendido debate sobre los métodos correctos  y (más profundo aun) si hay algún método correcto o si es deseable. Con mate algunos, cerveza otros seguimos con el debate. Luego de dejarnos más preguntas que respuestas, entramos en el cuarto capítulo “La conquista de América, el genocidio y el nacimiento del capitalismo”. Este capítulo nos introdujo en un tema sensible a nuestra piel, el genocidio sistemático de nuestros pueblos originarios. En este hubo menos críticas al texto. Asistimos en silencio la lectura del compañero, nos compenetramos con el texto, nos indignamos.

Luego de una breve exposición mía, de las preguntas que quedaron girando, el pensamiento colectivo, las risas de por medio, nos dimos cuenta que estábamos en medio de la madrugada, no importo la hora o al menos por un tiempo no nos importo. Nos fuimos.

Marx y el Che se dieron una vuelta por Baradero, lejos ya del siglo xx, en Baradero como en millones de rincones de todo el mundo, como todos los días, con pequeñas rebeldías le disputamos terreno a la dominación capitalista, nos metemos en esa hegemonía, tratamos de construir otra forma de pensar, de vivir.

El viernes a la noche y con lluvia, giramos a contramano de la sociedad y  dijimos NO, acá vamos a hacer otra cosa, no lo que nos dicte el capital, nos daremos nuestros tiempos, nuestras reglas, vamos a ser creativos.  Estaba dicho, el viernes por la noche recuperamos de forma renovada y creativa las viejas luchas que todavía laten en los oprimidos del mundo.

Cristian Juliá

Partido Socialista Autentico.