¿Alguna vez pensaste lo que harías si no pudieras ver nunca más a tu equipo? Seguramente en mil oportunidades te lamentaste por no llegar a tiempo a la cancha o no poder sentarte frente a la TV para disfrutar de un partido. Walter Lovotrico, es un hincha de San Lorenzo, que se quedó ciego a los 23 años, por un pico de presión que le produjo un glaucoma.

Acá  hacemos un repaso de la historia

Corrí­a septiembre de 1986, cuando solo tenía 23 años, un pico de presión le produjo un glaucoma que lo dejó ciego. Pero si bien su vista había quedado a oscuras, lejos estuvo de permitir que las sombras dominaran su vida. Comenzó a trabajar en su casa como masajista y también encontró el amor. Bueno, es un decir. Lo que encontró fue una pareja, una esposa. Porque hubo un amor que halló desde chico, lo acompañará toda su vida y ni la ceguera pudo vencer, su querido “SAN LORENZO”.

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