Dicen que un lugar en el podio, muchas veces, no te convierte en victorioso, ni tampoco en perdedor o fracasado. Fracasado es aquel que por miedo no persigue sus sueños, aquel que no se esfuerza, el que pretende que todo le venga de arriba sin un poco de trabajo. Fracasa el que no es uno mismo por miedo al qué dirán, aquel que abandona lo que quiere por el simple hecho de que las cosas no van bien.

Los verdaderos campeones, más allá del puesto que ocupen en un podio, son esos que persiguen sus sueños hasta conseguirlos, y, una vez que los alcanzan siguen avanzando porque quieren llegar a más, mucho más. Porque saben que la fuerza que sale del corazón lo puede todo, saben que todo esfuerzo tiene su recompensa y que a veces hay que sacrificar pequeñas cosas para conseguir grandes. Son vistos como raros o locos a los ojos de la sociedad, por su forma de pensar, de ver las cosas, de dejar todo lo que sea necesario para poder lograr lo que se proponen.

Campeones son los que dejan la vida en cada práctica, y siguen a pesar de no dar más. Son los que no paran hasta mejorar lo que no les sale. Son los que se caen, se caen y se vuelven a caer, pero siempre se levantan. Porque saben que de los golpes se aprende. Los campeones no son perfectos, son humanos, y por eso pueden tener errores.

Pero son verdaderos campeones los que le ponen garra, muchísima garra en los momentos más difíciles, porque saben que a veces las cosas no pueden salir como uno las planea, ni como se espera que sucedan, pero no abandonan, no bajan los brazos, porque son necesarias esas situaciones para crecer, para volverse más fuertes y poderosos, y juntos, unidos, pueden salir adelante, llegando a lograr miles de cosas mejores de las que lograron.

Campeones son esas pequeñas grandes personas que hacen todo con él corazón, con pasión, con amor y mucha humildad…

#MillenniumTeam⭐