INFLACIÓN ESTABLE Y TENSIÓN POLÍTICA: QUÉ ESPERAR HACIA FIN DE AÑO
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La economía argentina transita un momento de aparente calma inflacionaria, aunque con señales de fragilidad que se combinan con un clima político cargado de incertidumbre tras las elecciones en la provincia de Buenos Aires.
El dato oficial del Indec marcó que en agosto la inflación fue del 1,9%, el registro más bajo en meses, acumulando un 19,5% en lo que va del año y un 33,6% interanual. Si bien la suba del dólar no se trasladó con fuerza a los precios, la explicación principal está en la caída del consumo, que limita la capacidad de las empresas para remarcar.
Los rubros de Transporte (3,6%), Bebidas alcohólicas y tabaco (3,5%) y Restaurantes y hoteles (3,4%) fueron los que más incidieron en el índice, reflejando que el costo de vida sigue presionando a los hogares, sobre todo en los servicios.
Al mismo tiempo, el mapa político bonaerense se reconfiguró el 7 de septiembre: Fuerza Patria se impuso en la mayoría de las secciones electorales, aunque La Libertad Avanza logró avances significativos en la Quinta y Sexta sección. El resultado dejó en claro que el oficialismo provincial mantiene respaldo territorial, pero también que la oposición suma fuerza en distritos claves del interior.
De cara al último trimestre del año, los analistas señalan dos claves:
- Inflación contenida, pero con riesgos de reactivación: el consumo deprimido y la estabilidad cambiaria sostienen la baja en los precios, pero los aumentos de tarifas y combustibles podrían empujar el índice por encima del 2% mensual en los próximos meses.
- Clima político condicionado: el resultado electoral fortalece al gobierno bonaerense pero limita al nacional, que deberá presentar un Presupuesto 2026 con déficit acotado y sin margen para medidas expansivas.
El cierre de 2025 se proyecta con inflación relativamente controlada pero sin recuperación en el poder de compra, en un contexto político fragmentado y con tensiones crecientes. La combinación de ajuste, bajo consumo y disputas electorales anticipa un fin de año más marcado por la prudencia que por la reactivación.

