La Casa Suiza de la Capital Federal está en la calle Rodríguez Peña casi Sarmiento y días pasados, una resolución judicial impidió que fuera demolida ya que el céntrico lugar que ocupa era muy codiciado por los emprendedores inmobiliarios, que ya han hecho desastres más que suficientes en cuanto al patrimonio arquitectónico e histórico de la ciudad; por caso la demolición total de la últina casa que habitara Alfonsina Storni en el barrio de Flores, hecho ocurrido días pasados. La justicia decidió preservar el edificio que, se supone, no caerá bajo la piqueta.

La Casa Suiza de Buenos Aires, vista desde afuera, nada tiene en común con la que conocemos los baraderenses, pero eso cambia una vez que hemos puesto el pie dentro de ella. Es muy probable que ambas edificaciones hayan sido construidas en base a un mismo plano de diseño, puesto que son exactamente iguales. La entrada al salón por la amplia puerta trasera central, el escenario y, más que nada, los palcos que rodean los tres laterales del perímetro, nos remiten ineludiblemente al salón de la Casa Suiza de Baradero.

La noticia nos causa la alegría propia del rescate del patrimonio, pero un tanto más porque se trata de una edificación “melliza” de la que nosotros conocemos.