Averiguaciones que llevamos a cabo en el ámbito mun¡cipal nos han permitido saber que no hay novedades en el caso de la máquina que fuera robada semanas atrás en cercanías del basural.
Recordamos a nuestros lectores que una máquina vial que se usaba como compactadora de la basura y también para cubrirla con tierra, desapareció como por arte de magia del lugar.
La máquina, cuya guarda habitual es el galpón del corralón municipal, para no trasladarla hasta el basural por la mañana y retornarla por las noches en razón de la distancia que tenía que recorrer, quedaba de lunes a viernes en lo que podríamos llamar el “patio” de una gomería situada en cercanías del basural. Durante los fines de semana ese hábito era dejado de lado y la máquina retornaba al corralón. Ocurrió que un fin de semana la pala mecánica quedó en la gomería y fue la última vez que se la vio. Por la noche desapareció sin que nadie sepa decir qué pasó. El encargado de la gomeria sostiene que no oyó ni escuchó nada y hasta hoy no hay testigos que aporten datos.
Pudimos saber además, que la máquina desaparecida cuenta con seguro, pero justamente a raíz de ello se nos hizo una advertencia. Hace unos dos años se incendió un camión municipal y resultó totalmente destruido; como estaba asegurado, semanas después la compañía de seguros le abonó a la municipalidad $ 80.000, suma que en esa época resultaba suficiente para adquirir otro camión y no se hizo así. Esto quedó en evidencia cuando la Dra. Eugenia Artero, sugirió adquirir un nuevo rodado para ayudar en la recolección de residuos; fue en esa ocasión que se le recordó que estaba el dinero del seguro, la abogada investigó y comprobó que, en efecto, la plata había entrado, pero no se había comprado ningún camión en reemplazo del perdido.
A la fecha el municipio tiene trabajando en la recolección de basura un camión particular contratado, cuando de haber usado el dinero para comprar el camión de reemplazo, no necesitaría gastar dinero en ese contrato.
Afirman nuestras fuentes que también la máquina faltante en el basural está asegurada y nos manifestaba su preocupación al respecto ya que se teme que acontezca otro tanto y que cuando llegue el dinero del seguro, no se use para recomponer el desvencijado parque del corralón.
Todo lo anterior es válido, pero también lo es el reclamo para que la investigación se profundice. No es fácil llevarse una máquina de ese porte sin que nadie lo advierta y, además, no se trata de una moto o de una bicicleta que las hay por miles. No son muchas las máquinas de esas características, ventaja con la que cuenta la pesquisa, pero también ella resulta perdidosa en razón del lapso ya transcurrido y, lo sabe todo policía, tiempo que pasa, prueba que huye.