El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anticipó su plan sobre las ventajas para los argentinos que deciden mudarse a Uruguay.
Cuando asuma, flexibilizará los trámites para que los inmigrantes obtengan la residencia legal y también otorgar beneficios en el aspecto fiscal, para que puedan llevar sus capitales a tierras uruguayas. Su intención es que unos 100.000 argentinos se muden o lleven sus inversiones al país vecino, según trascendió luego de un encuentro con miembros de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción.
Economistas locales creen que estas medidas podrían incentivar más aún la mudanza a ese país, tanto de personas como de empresas.
Una de las flexibilizaciones será la reducción de los montos de patrimonio en bienes inmuebles o en inversiones que se exigen para la obtención de la residencia fiscal.
La clave es que en Uruguay no se gravan las ganancias o los bienes que se generan o están fuera del país. Es decir, si un argentino obtiene la residencia fiscal en Uruguay —para lo que efectivamente debe vivir allí— y tiene bienes en los Estados Unidos, o en cualquier otro país fuera de Uruguay, no debe tributar por esos bienes.