Desde el dolor

(Por Néstor Alberto Húnziker).- Me encuentro transitando uno de los momentos mas dificiles de mi vida. Desde la desaparición de mi amado hermano en 1980 suponia de que no me iba a tocar nunca mas, pero me volvió a ocurrir. La muerte de mi madre, hace dos días, me volvió a sumir en las mas profundas de las tristezas, y ojalá algun dia, Dios me dé la resignación y el consuelo necerio para sobrellevar esta situación, y para seguir viviendo por los que me quedan (mi padre, mis hijas, mi esposa).

Quizás muchos de ustedes estarán pensando “el la ley de la vida”, “nos pasa a todos”, “no debemos pensar porque a mi, sino, porque no a mi”, y es todo muy cierto y lo acepto, pero sólo aquel al que le toca pasar por un momento tan dificil como el de mi caso, me sabrá comprender. Y solo encuentro en esta posibilidad, la de escribir y la de poder expresar lo que siento, la forma de poder desahogar tanto dolor.

Debo aceptar de que mi amada madre cargaba sobres sus espaldas una desgraciada enfermedad psiquiatrico-depresiva que la acompañó durante gran parte de su vida (agravada por el fallecimiento de su hijo, mi único hermano). Pero quizás la impotencia y el dolor que siento es mucho mayor debido a que el dia 4 de Junio de este año ella misma decide internarse por su propia voluntad para tratar de salir adelante de su cuadro depresivo agravado, y 28 dias después (1 de Julio) la estamos llevando a su última morada a reencontrarse con su hijo.

No es mi intención, para nada, cargar con culpas a nadie, es mas, nuestro mas profundo agradecimiento al Residencial III Milenium, a su directora Dra. Pons, a todo su personal por la paciencia que tuvieron para con ella en sus pocos dias de internación, a Pami Baradero por las excelentes y aceleradas gestiones realizadas por la Sra Mirta Di Deo, a los grandes médicos amigos Dr Gustavo Quaroni, Dr. Rafael Barbich, Dr. Osvaldo Braccali (a quienes mi madre admiraba y queria mucho).

Y hubiese querido también haber podido agradecer al centro asistencial donde por motivos que paso a detallar le tocó estar también internada, pero no encuentro motivos para hacerlo. Todo comienza cuando ella, estando alojada en III Milenium, le toma un cuadro de principio de neumonia, y se decide su traslado a la Clinica privada de nuestra ciudad. Alli, el médico de guardia de la misma decide internarla con suero. Pasaron mas de 24 horas para que nuevamente un médico se dignara a volver a visitarla en su habitación (casi a pedido nuestro). Al cabo de 4 dias le dan el alta por su cuadro de neumonia y con la mitad del tratamiento realizado (la otra mitad del mismo debia continuarlo en III Milenium, con una serie de remedios y antiboticos que daban la pauta de que mi madre aún no estaba totalmente curada de su dolencia).

Mi madre vuelve a III Milenium, y por causas que desconocemos se niega totalmente a comer y a consumir liquido, habia tenido un schok extraño en su cerebro que casi no le permitió volver a comunicarse con nadie, y los resultados de los análisis nos dejaban ver una alta cantidad de glóbulos blancos y baja cantidad de glóbulos rojos. A los tres dias se decide volver a internarla en la Clinica privada, en un estado de deshidratación muy grande y con problemas anémicos, es colocada en una sala común con suero, y tan solo dos dias después cierra sus ojos para siempre delante de mi y con la impotencia de no poder hacer absolutamente nada para retenerla conmigo. Nos dejó para siempre, y aún estamos esperando, por parte del centro asistencial privado, una explicación de lo ocurrido, ni siquera sabemos de que y por que falleció.

No la tuvimos, ni tampoco ahora la queremos. Y es por eso, de que, a pesar de sus falencias, sus problemas, sus vicisitudes, sus inconvenientes, sus errores, seguiré bregando por la salud pública y por nuestro querido, amado y bendito Hospital Municipal, con un buen plantel de profesionales médicos. Por favor, y mas allá de lo politico (que no me interesa), pienso que entre todos debemos apoyar y defender a la salud pública y al maravilloso Hospital que nos legara el inolvidable Dr. José Astigueta.

Pido disculpas si mis palabras molestan a alguien, me hago total y absolutamente responsable de las mismas, pero impregnado de tanto dolor es lo que siento en este momento, y agradezco profundamente a todos aquellos que me sepan comprender.

La vida de mi madre no tiene regreso, nadie me va a devolver a “la vieja”, pero encontré en este lugar el único consuelo para expresar tanto dolor. Gracias por entenderme.

Néstor Alberto Húnziker
DNI 11996081

2 comentarios en “Desde el dolor

  1. Querido Alberto nuestro mas sentido pesame, un gran abrazo para vos y tu padre en este dificil momento… FUERZAS!!! Paty, celeste y sabina

  2. Mi querido Albertito ;

    Me hago carne de tú dolor, acompañándote con mis más profundos sentimientos.
    Al resto, no puedo opinar NADA.

    Sólo que tienes un amigo de años, y estoy contigo.

    Un abrazo, Albertito.
    Julio César Bini

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