El tipo de cambio sirve a exportadores, importadores y consumidores

La paridad se va a mantener y sin sobresaltos.

El ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó que el proyecto político iniciado en 2003 “ha cambiado la calidad de vida” de los sectores más postergados de la Argentina y aseguró que el tipo de cambio “se va a mantener y sin sobresaltos, porque tenemos las herramientas y las ideas”.En una entrevista publicada en Página 12, Amado Boudou aseguró que el tipo de cambio “se va a mantener y sin sobresaltos, porque tenemos las herramientas y las ideas”.

Explicó que “hemos trabajado muy fuerte con una política de tipo de cambio administrado que ha demostrado en el tiempo que era beneficiosa para el conjunto de la sociedad, que les sirve tanto a exportadores como a importadores pero sobre todo a los consumidores argentinos”.

Consultado sobre la política de retenciones, consideró que “no son un parche, sino una muy buena herramienta no sólo de política tributaria sino también de política económica, que inciden en la asignación de la tierra y la posibilidad del Estado de redistribuir rentas”.

Asimismo, destacó que “el kirchnerismo tiene una visión del todo: tiene empleo porque tiene industria; tiene industria porque tiene energía; tiene todo esto porque tiene una buena macroeconomía y una ideología del crecimiento con inclusión social y generación de puestos de trabajo”.

Sobre la cancelación de la deuda con el Club de París, Boudou precisó que el acuerdo “debe ser beneficioso para la Argentina y aceptable para los acreedores” y que, en ese marco, espera que se firme “antes de que finalice este gobierno. Pero tampoco nos desespera” porque “la Presidenta nunca toma decisiones que no debe tomar”.

Calidad de vida

“Cuando llegan el gas natural, el asfalto y la cloaca a barrios donde no los tenían, las condiciones de vida de esos ciudadanos cambian”, afirmó el ministro de Economía.

Boudou defendió el proyecto político iniciado por el ex presidente Néstor Kirchner y aseguró que “no hay muchos ejemplos en la historia mundial de una recuperación tan rápida, tan intensa y tan sustentable del salario como la que vivimos desde 2003”.

“Desde el 2003 ha cambiado la calidad de la vida a esas personas y también se puede medir en términos económicos. Cuesta verlo desde la ciudad de Buenos Aires, pero tiene un impacto fenomenal en el mal llamado interior del país. La Argentina se había convertido en un país tan ridículo que provincias productoras de gas no tienen gas natural. Esa es una de las grandes cuestiones que viene a saldar este proyecto político”, afirmó.

Luego contrapuso las “verdaderas políticas de Estado” llevadas a cabo desde 2003 con “la agenda del diario Clarín” y de “algunos grupos económicos” para quienes, dijo, las políticas de Estado significan “destruir el salario y la capacidad de compra de los argentinos”.

Consultado sobre el rol del sindicalismo en el kirchnerismo, Boudou señaló que en primer lugar “es el de defender el empleo, a los trabajadores y sus salarios”, y además “capacitar (los)”, pero que también “tiene un rol en la política”.

Defendió que los dirigentes sindicales puedan tener un espacio en la política, y manifestó estar “muy orgulloso de tener en nuestro espacio político a líderes como (Hugo) Moyano”, líder de la CGT, porque “un representante de los trabajadores tiene que tener un rol en la política como (lo puede tener) un actor, un profesional o un deportista”.

Analizó la situación financiera del país y dijo que “durante treinta y pico de años (Argentina) estaba organizado alrededor de la valorización financiera” y ese paradigma “colapsó en 2003”.

“Que haya inversión de largo plazo es un proceso que va a tomar su tiempo, como la recuperación que pretendemos de los salarios”, dijo al evaluar que “estamos muy bien encaminados”, con “reglas de juego distintas y señales muy fuertes”.

“El Estado argentino, en muchas etapas de su historia, gerenciaba para los poderosos. Desde Kirchner y con más fuerza con Cristina dejó de ser gerente para ser político. Hace política, política económica, política social, política exterior, política de salud”, aseguró.

En ese marco, consideró que “necesitamos también que aparezcan nuevos empresarios argentinos que tomen riesgo, que sean creativos y que apuesten a mantener sus empresas”.

Se refirió a la calidad institucional y calificó de “mala calidad cuando los empresarios ocupan el rol de la política porque así la política toma decisiones para pocos”, al poner como ejemplo la polémica con el Grupo Techint.

“Hay buena calidad institucional cuando un gobierno decide enfrentar esa forma de tomar decisiones” dijo, y puso como ejemplo el gobierno de Néstor Kirchner y el de Cristina Fernández, al afirmar que “no hay gobierno de esta democracia que haya tenido la calidad institucional de este, que usó el Estado para defender a los más y no a los intereses concentrados”.

“El gobierno administra para todos, nunca tomó una medida en contra de alguien, sino a favor de la situación del conjunto. Y esto les cabe a la ley de medios, a la utilización de retenciones, a la utilización de reservas excedentes para pagar deuda pública, a la política de desendeudamiento, a la política cambiaria, a la política de comercio exterior”, puntualizó.

Sobre el marco internacional favorable el titular de Economía señaló que “a la Presidenta le ha tocado una época del mundo de profundos cambios” y que en ese contexto, “una mala decisión puede amplificar los efectos y convertirse en un desastre”.

Por el contrario, “si toma buenas decisiones, sirve para cambiar una situación y posicionar a la Argentina tal cual está hoy”.

Destacó que “en los últimos ocho años recuperamos una agenda que había quedado enterrada: la diversificación de la matriz energética para acompañar el crecimiento vigoroso de una Argentina industrial”, y elogió al ministro de Planificación, Julio De Vido, porque “supo resolver la coyuntura y al mismo tiempo planificar el futuro”.

“Tan es así que por primera vez en cincuenta años hay inversión masiva en generación de energía eléctrica de distintas fuentes” aseveró al mencionar la finalización de Yacyretá en la cota 83, la puesta en funcionamiento de Atucha II; los proyectos de energía hidroeléctrica Chihuido y Cóndor Cliff-Barrancosa, entre otros.