Una grave tragedia aérea sacudió a la provincia de San Luis: un avión se estrelló el domingo por la mañana cuando intentaba aterrizar en el aeropuerto Brigadier Mayor César R. Ojeda de la capital puntana. La aeronave se prendió fuego y Esteban Asprella, el piloto, oriundo de Baradero, falleció por las quemaduras. Los otros dos tripulantes continúan internados en grave estado.
Si bien se desconocen los motivos del siniestro, se cree que ocurrió debido a los fuertes vientos cruzados. Esa mañana las ráfagas alcanzaban hasta los 100 kilómetros. La avioneta LV-GLQ, una Beechcraft Bonanza del aeroclub de Mendoza, se despistó al momento del aterrizaje y se prendió fuego tras estrellarse cuando intentaba bajar en el aeropuerto Brigadier Cesar Raúl Ojeda de la capital de San Luis.
El accidente ocurrió frente a la torre, del lado oeste de la pista. Las tres víctimas fueron trasladadas de urgencia al Hospital Ramón Carrillo. Tras permanecer horas internado en la sala de Cuidados Críticos, el piloto Esteban Asprella, baraderense perteneciente a una conocida familia de nuestra ciudad, falleció porque tenía quemaduras profundas en casi el 90% del cuerpo y en las vías respiratorias.
Esteban Asprella era piloto y trabajaba como “chofer de avión”, un término que solía utilizar para explicar su empleo: si bien estaba habilitado para volar una aerolínea, se dedicaba a manejar la aeronave de una compañía. Contaba con 36 años y había estudiado en la escuela que posee el Aero Club Bardero y desde chico soñaba con volar.
Por otro lado, el piloto Juan Ignacio Bilasio Barbeito y el empresario Juan Chediack continúan internados con pronóstico reservado. Ambos hombres fueron ingresados al centro de salud con politraumatismos graves, quemaduras profundas, fracturas y las vías respiratorias comprometidas, según consignó el último parte médico.
Desde aquí queremos hacer llegar nuestras más sinceras condolencias a sus familiares y amigos, pidiendo a Dios que los fortalezca para poder enfrentar esta enorme desgracia.