El sábado por la noche, la casa de Eduardo Rabellino, ubicada en calle Laprida al 900 de nuestra ciudad, sufrió daños que no se conoce bien, ni el propio Rabellino lo sabe, con qué intención fueron hechos.

Enterados de lo sucedido concurrimos ayer por la tarde a la vivienda del ex intendente y ex senador provincial a efectos de conocer en sus propias palabras cómo se dieron las cosas. Rabellino nos contó que es frecuente que en la puerta de su casa se detengan jóvenes a conversar sentados a lo largo del amplio cantero que existe al frente y a veces suelen detenerse algunas parejas ya que el sitio es oscuro y hay una especie de hueco que sirve de ocasional refugio. El dueño de casa mencionó estos acontecimientos como habituales ya que su morada está muy cerca de algunos centros de diversión nocturna, pero asegura que nunca le había pasado algo como lo del sábado cosa de la que estamos dando noticia en esta crónica.

El cantero que mencionamos líneas más arriba, fue literalmente arrasado. Las plantas y flores que allí había terminaron arrancadas y esparcidas en la vereda junto con la tierra arrastrada por las raíces.

Lo más llamativo de todo esto es lo sucedido con la puerta de acceso a la vivienda. Es que mediante papeles o algún otro elemento combustible, intentaron que la madera de la abertura resultara presa del fuego. No se sabe si porque la presencia de los agresores fue advertida por alguien o porque desistieron de motu propio, la intención quedó nada más que en eso y la puerta resultó con las marcas que dejan las llamas.

Consultanos a Rabellino acerca de si tenía sospechas y, muy prudente, nos dijo que las tenía pero que guardaba silencio al respecto ya que se trataba nada más que de conjeturas y carecía de pruebas.