La oficina estadounidense que vigila el mercado acusa a la empresa de maniobrar para llevar a los clientes a sus propios servicios.
Los procesos por violación de la libre competencia en la industria tradicional recuerdan el trabajo detectivesco y las pistas están en el mundo real: el desarrollo de precios y la producción, reservas de viaje para encuentros secretos y, en el caso ideal, un testigo principal como prueba definitiva.
Pero las investigaciones a Google remiten a otro mundo completamente distinto y difícil de manejar, el de Internet, con complejas fórmulas y algoritmos que regulan si una página web se sitúa en primera línea o no en el resultado de una búsqueda.
Y es que el negocio central de Google, la búsqueda por Internet y la publicidad, con los que la firma recauda gran parte de sus ingresos millonarios, está ahora en el centro de las investigaciones de la oficina estadounidense que vigila la libre competencia.
Las autoridades acusan a la empresa de maniobrar para llevar a los clientes a sus propios servicios y “esconder” los links que llevan a las de sus rivales en zonas donde apenas se ve, según denuncian entre otros algunas webs de viajes o su competidor Microsoft, que ofrece el buscador Bing.
Google lo niega y asegura que intenta suministrar a sus clientes los mejores resultados posibles, algo de lo que la competencia está lejos, dice, según informó la agencia DPA.
Sin embargo, sus competidores lo tienen difícil para atraer a los clientes de Google.
En Estados Unidos, la cuna de la firma, más del 60% de las búsquedas transcurre por Google y en algunos países de Europa el porcentaje llega al 90%.
Google alega que eso es resultado de un trabajo duro y de innovaciones, pero rivales como Microsoft argumentan que el negocio de los buscadores tiene una dimensión exponencial: cuantos más datos se tiene, mejores resultados se puede proporcionar.
Y cuantos más clientes lo utilicen, más eficiente es. Por eso, los gestores de Microsoft denuncian desde hace años que Bing tiene difícil alcanzar una dimensión crítica para ser interesante para atraer publicidad.
Al comienzo de Google todo se basaba en una fórmula. Larry Page y Sergey Brin tuvieron la idea de obtener resultados de búsqueda basados en enlaces “online”.
El procedimiento funcionó tan bien, que en un breve periodo de tiempo Google se convirtió en el buscador líder en la Red.
Hoy, PageRank se ha convertido en un complejo algoritmo en el que se tienen en cuenta cientos de parámetros distintos.
Y cada día hay entre uno y dos cambios en la fórmula, aseguró el experto en búsquedas de Google Amit Singhal el pasado otoño en un proceso de competencia abierto por la Unión Europea.
“Es importante no olvidar que hemos creado Google para satisfacer a los usuarios y no necesariamente a los dueños de las webs”.
Llevar al cliente lo más directamente posible a la respuesta correcta ha sido el motor del desarrollo del buscador en los últimos años, destaca la firma.
Cuando se escribe por ejemplo “100 dólares en libras” en la ventana de búsqueda, se ofrece, además del resultado, el link a un conversor de monedas. Y ese principio se aplica también a otros sectores.
Cuando por ejemplo se busca “vuelos de Londres a Nueva York” en la ventana de búsqueda se ofrece también información directa de vuelos.
Con la compra del especialista estadounidense en software de datos aéreos ITA se mejorará aún más, promete Google.
Los buscadores de viajes como Expedia están indignados con ello, pero el Departamento de Justicia estadounidense no vio peligro para la libre competencia tras un estudio que duró meses.
Fairsearch.org, una asociación de competidores insatisfechos con Google, acusa sin embargo al grupo de manipular sus buscadores y sus anuncios, al dar prioridad a sus propios servicios y a los links de sus socios y colocar en un lugar desfavorecido sus ofertas.
Sin embargo Google asegura que el algoritmo sólo fue manipulado una vez: cuando el director de mercado quiso probar hace unos meses que Bing también recurría a los resultados de Google para sus búsquedas.
Fuente: iprofesional.com