El 14 de junio de 1986 murió uno de los más importantes escritores del siglo XX ; lector incansable en castellano, inglés , francés , alemán , islandés.

Un hombre que pudo afirmar”antes de haber escrito una línea yo sabía ,de un modo misterioso y por eso mismo ,indudable ,que mi destino era literario”.

Gran cuentista, poeta, ensayista, admirador de los grandes autores ingleses, es expulsado por razones políticas de un modesto cargo en una biblioteca municipal ; logra dar conferencias pagas en el Colegio Libre de Estudios Superiores y luego en la Asociación Argentina de Cultura Inglesa que le ofrece una cátedra.

El lo cuenta así: “Todos los sábados tengo mis readings in old English Poetry y esto lo debo de algún modo a la circunstancia fortuita de que me echaran de la biblioteca y de tener que ganarme la vida”. Fue director de la Biblioteca Nacional, Socio Honorario de AACI,Presidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores).

Recibe entre otros la Orden Bernardo O’Higgins , las Llaves de la Ciudad de Bogotá. la Orden al Mérito de la República Federal de Alemania. La Cruz del Halcón Islandesa y el Premio Cervantes.

Eterno candidato de editores lectores y hasta de colegas al Premio Nobel de Literatura que no le fue otorgado por lo que Borges llamaba “una curiosa tradición escandinava”

Amó en especial a Wilde , a Chesterton , a Bernard Shaw y soportó con entereza y humor , su ceguera. Su influencia e importancia se acentúan en este siglo XXI , del que sería interesante saber su opinón siempre ácida , lúcida y llena de humo