A partir de este miércoles 9 de abril, la Confederación General del Trabajo (CGT) dará inicio a un plan de lucha de 36 horas, que incluirá una movilización al Congreso y un paro general de 24 horas, que afectará varias actividades del país, en especial el transporte público.
Movilización al Congreso:
La jornada comenzará con una movilización a las 15:00 horas en la Plaza del Congreso, organizada por la CGT y respaldada por los sindicatos de la CTA y diversos movimientos sociales. El objetivo es apoyar el reclamo de los jubilados, quienes exigen un aumento de emergencia y un bono, como parte de su lucha por mejores condiciones.
Paro General:
A partir de la medianoche del jueves 10 de abril, se pondrá en marcha un paro general de 24 horas, que impactará diferentes sectores, entre ellos:
Transporte público: La huelga afectará principalmente los sistemas ferroviarios y del subte, aunque aún no está claro si los colectivos se sumarán debido a un conflicto con los empresarios del sector.
Bancos: No habrá atención al público en las entidades bancarias, aunque los servicios de home banking estarán operativos.
Escuelas y universidades: Los gremios docentes confirmaron su participación en el paro, lo que afectará el normal funcionamiento de las actividades educativas.
Recolección de residuos: El servicio se interrumpirá hasta la medianoche del jueves.
Correo postal: La distribución de correo estará suspendida durante la jornada de paro.
Motivos de la Protesta:
La CGT, que busca visibilizar sus demandas, reclama un aumento para los jubilados, paritarias libres, el fin de la represión en las protestas sociales y se opone a las políticas económicas del Gobierno de Javier Milei, como los ajustes en el sector público y las privatizaciones que se proponen.
Sectores que No Adherirán:
El sindicato de colectiveros (UTA), encabezado por Roberto Fernández, decidió no sumarse al paro, lo que reducirá su alcance. Además, Armando Cavalieri, líder del sindicato de comerciantes, tampoco apoyará la medida, lo que generará divisiones internas dentro de la CGT.
La protesta será un desafío para la CGT, ya que no todos sus miembros apoyan la huelga, lo que refleja la división interna en torno a las decisiones que se están tomando.