Un tramo de la calle Lavalle de nuestra ciudad, especialmente la cuadra entre Pacheco de Melo y Bartolomé Mitre, ha sido desde hace largo tiempo motivo de crónicas periodísticas referidas al mal estado en que se encontraba esa calle. En cierta ocasión, se excavó una zanja que atravesaba la calle en su totalidad haciendo imposible el paso de los rodados, a tal punto que una patrulla de la Policía Comunal, dotada de doble tracción, se quedó en esa zanja sin poder salir por sus propios medios debiendo ser auxiliada.

Días pasados publicamos una nota en la que anunciaba el reinicio de la colocación de tosca en las calles que tierra que tanto necesitan de ese agregado que las hace transitables aún con fuertes lluvias. Las primeras cuadras fueron las de calle Pedro Alonso al 1300 y en nuestro comentario señalábamos que la tosca seguiría poniéndose en las calles que más necesitaban de ella, precisamente Lavalle es una y el lunes último un grupo de operarios municipales llegó con el tan esperado material que ya está en su lugar.

Los vecinos del barrio, al mismo tiempo que nos alertaron sobre lo que estamos relatando, nos hicieron conocer su preocupación respecto al problema de desagüe que desde largo afecta a esa cuadra y sostienen que, de no lograrse un drenaje de aguas mucho más rápido que en la actualidad, toda la tosca será llevada por el agua y la reparación será poco más que efímera. No sabemos nosotros, por carecer de los conocimientos técnicos necesarios, si esta observación de los vecinos tiene algún asidero, pero la consignamos de todas maneras por si acaso, no sea que a algún funcionario del municipio se le haya escapado considerar esa situación.

La cuadra de Lavalle luce impecable.

Los autos circulan sin inconvenientes.