Las mujeres y el barrido de las calles…

Eran más de las 21 horas del viernes último y, mientras en el local de la Unión Cívica Radical de calle Santa María de Oro al 300 de nuestra ciudad, un grupo de partidarios, simpatizantes, invitados y periodistas se habían dado cita en la vieja casona para presenciar la formal asunción del cargo de presidente de dicha agrupación política, por parte de la Sra. Verónica Pena, afuera, en la calle y más precisamente al borde del cordón de la vereda, una mujer, cepillo en mano, barría con entusiasmo la calle.

Viernes por la noche, día y hora en el que tantos ciudadanos se dedican a pasear, salir a tomar un café, cenar y demás, esta mujer, y sus compañeras de tareas, como lo hacen habitualmente de 20 a 24 horas y de lunes a viernes, barría la calle con entusiasmo y la sonrisa genuina que se aprecia, con la felicidad de tener un trabajo, que lejos está de ser una maravilla, pero que las incluye brindándoles un lugar en la sociedad.

Como aquí se puede apreciar, se trata de gente que desea trabajar honestamente.

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