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En Nuestra Mañana entrevistamos a Leo Giles, ex futbolista y DT. Nos habló de su historia dentro del deporte y remarcó algo que lo acompaña desde siempre: el trabajo.
“Desde los 14 años que trabajo y nunca paré. Hoy trabajo en el Consejo Escolar, la Escuela de Alsina, la Pizzería y la Forrajería. Y además estoy de Coordinador del fútbol infantil en Sportivo. Trabajo mucho por mi familia, por que tengan un buen futuro y que no les falte nada”.
Sus inicios en el fútbol.
“Arranqué con el Tío Gómez. El iba al barrio siempre a buscar al Zurdo o a los chicos del barrio, y yo le decía: Tío ¿cuándo nos vas a llamar? Un día nos vino a buscar y ahí arrancamos en Rivadavia, después en Portela y seguimos con él”.
¿Con qué club de identificás?
“Siempre con Rivadavia. Desde chico mi viejo me inculcó y nos hicimos hinchas del Fortín, cuando la cancha tenía barandas y árboles alrededor. Tengo una imagen, jugaba Rivadavia y Sportivo, vos hacés un gol de cabeza y lo salís festejando del lado de la ruta 9, festejando con la señal de la cruz… tengo esa imagen”.
Debut en Primera División
“Empecé en Sportivo, con Miguel Mori, Tomaso Moreira y Jorge Barlatay. Y cuando tenía 15 años jugaba en la 6ta y practicábamos en la cancha auxiliar. Viene Pajarito Wirtz y dice: Jorge Belmonte precisa a Giles, vaya que lo precisan en Primera. Y Belmonte (que era el DT) me dice: el domingo empieza el campeonato y el Chian tiene dos fechas de suspensión, va a jugar usted. Fue el momento más lindo en el fútbol para mi, lloré y jugué toda la práctica llorando. Y terminé jugando contra Alsina y no salí más de la primera. Yo veo los chicos de ahora que van a la primera y no tienen la misma sensación que teníamos nosotros. Siempre fue un sacrificio porque nos gustaba y amábamos eso”.
Su trayectoria como jugador y los inicios cómo DT
“Después que salimos campeones, me fui a Dálmine en el 92 y llegué a jugar hasta reserva y representamos a la primera en un Torneo Nocturno. Eso es lo que más llegué, no se podía sostener y tenía que trabajar”.
“Yo siempre le digo a mis hijos que si hay algo que no me arrepiento es haber hecho todo eso. Haberlo intentado, ir a dedo y hacer dedo en el peaje, de viajar un domingo a las 5 de la mañana. Y lo volvería a hacer, no me perdí de nada que me haya gustado más que el futbol”.
“Sigo en Sportivo hasta que ganamos el campeonato con Tito Sassone, después voy a Rivadavia con Omar Pepe, que no salía campeón hacia 11 años y salimos campeones. Después se va Omar, se va el Conejo y quedo yo como técnico. Luego me fui porque nacieron mis hijos, estuve un tiempo afuera y después de muchos años volví a Alsina. Fui a Fundición y después a Sportivo, un equipazo que es uno de los recuerdos más lindos también”.
“Yo había dejado de jugar y empecé a entrenar para ponerme en forma. Me fui poniendo bien y terminé jugando en ese equipazo de jugadores espectaculares. Y terminé haciendo un gol el día de la madre, clasificamos y terminamos saliendo campeones con América. Fue una época muy linda”.
Estuviste en el clásico con Atlético, que tu hermano Pity se retiró aturdido porque le tiraron una bomba de estruendo. ¿Qué recordás?
“Estaba jugando dentro de la cancha cuándo le pasa eso a Pity. Y después lo jugamos en el Estadio Municipal. Fue feo porque no había gente, pero fue hermoso porque estábamos casi fuera y lo ganamos por penales”.
Fútbol Infantil
“El fútbol infantil me encanta. Los chicos son espectaculares, te divertís y tratas de inculcarle cosas para que se diviertan. Es cómo el Jardín, donde los chicos tienen que ir a divertirse y aprender alguna cositas. No acelerar un proceso de que sean Maradona, de que tengan que ganar un partido. Después pasan a inferiores, que es la Escuela Primaria y te van a enseñar otros entrenamientos, un poco mas de táctica. Me encanta el fútbol infantil. El de primera te pone mucha adrenalina, yo lo sufro mucho porque me encanta ganar y si pierdo estoy encerrado dos días en mi casa. No me gusta perder o que un árbitro cobre cosas raras, entonces no lo disfruto tanto como el futbol infantil”.
Los hijos y sus consejos
“Mis hijos siempre van a contar conmigo porque yo vivo para ellos. Juanpi juega al fútbol y le digo siempre que el intento lo haga de la mejor manera y que si no se da, el mundo no termina ahí. Un ejemplo es el Pity. Nunca vi un jugador así y no llegó a primera. Y condiciones le sobraban. A veces se necesita un poco de suerte, el fútbol es un combo de muchas cosas”.
Momento para revivir
“El momento que creo que fue de mayor alegría, la Copa de Campeones con Rivadavia. Era técnico, un equipo que venía bien y era difícil dirigirlo. Gitano, Gula, todos pibes de acá. Fue un momento muy lindo, allá en Colón, infernal la gente que había y traernos la Copa para acá fue un momento increíble”.
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