31 de julio de 2012

Líquidos cloacales a la puerta de viviendas familiares.

El barrio perteneciente al Plan Federal ubicado en la zona de la intersección de las calles Rafael Obligado y Teófilo Rosell, parece que sufriera una especie de maldición. A poco de serles entregadas las viviendas a sus moradores, una de ellas, precisamente ubicada en la esquina antes mencionada, comenzó a tener problemas en su estructura debido a que el relleno del terreno no estaba suficientemente compactado. La empresa edificadora reaccionó con rapidez construyendo las zapatas de hormigón necesarias para evitar males mayores y el problema aparentemente quedó superado.

Hace algunas semanas El Diario se hizo eco de algo que observó en dicho barrio, cuando publicó las fotos del anegamiento que sufrían algunos vecinos e hizo el pertinente comentario, que esencialmente estaba referido a las malas condiciones de transitabilidad de calles y hasta, en ciertos casos, de las mismas veredas o para mejor decir, de la tierra que hace las veces de tales ya que en el lugar no existen las veredas de baldosas o de cemento sino las de tierra.

En las últimas horas volvimos al sitio y nuestra sorpresa se vio corroborada por el comentario que nos hicieron llegar los vecinos que, con una mezcla de cansancio e irritación, nos dijeron que el estado de cosas que se observa data de unos cinco meses y que todos sus reclamos, los muchos que han hecho, hasta ahora no han tenido respuesta.

Todo se genera en la esquina de las calles Fermín Rosell y José María Paz, en la cual existen dos tapas  de  fundición que pertenecen a la red de desagües cloacales. Nadie sabe explicar por qué, desde el tiempo citado, cinco meses atrás, los líquidos cloacales, para no escribir groserías, se han desbordado por esas tapas y permanecen anegando toda la zona. Téngase en cuenta la gravedad de esta circunstancia en un barrio en el cual habitan familias, varias de ellas integradas por matrimonios jóvenes que son padres de criaturas y que deben vivir junto a esta verdadera inmundicia.

Sabemos, como otras veces lo hemos manifestado, que nuestra comuna tiene muchos problemas que resolver, pero en todas estas cosas hay prioridades. No se puede permitir un día más esta situación que hace que los vecinos reclamen de esta manera Para la municipalidad parece que Baradero se termina en Teófilo Rosell ya que para este lado nunca vienen, se quejaba una mujer del barrio.

La buena voluntad y la necesidad de encontrar un alivio a lo que viven a diario, hizo que un grupo de vecinos, a pala, cavaran una zanja que hace de drenaje, pero no es esa la solución ya que lo que así se consigue es que el agua vaya de un lado a otro y no se acumule tanto en un solo sitio.

Esperemos que alguien responsable reaccione para que este verdadero problema tenga solución ya que para lograrla no se necesitan máquinas viales ni nada que el municipio no pueda aportar.

La calle inundada de líquidos cloacales desde hace más cuatro meses.

Una de las tapas de fundición por las que emanan los líquidos.

En muchas de las casas principalmente afectadas, viven criaturas.