NOTA CON VIDEO
En Nuestra Mañana entrevistamos vía streaming al piloto local Nicolás Sartirana, quien recordó parte de su historia dentro del automovilismo. A continuación repasamos algunos momentos de esta interesante charla.
¿Cómo arranca tu historia con los fierros?
“Con los autos estoy desde los 6 meses más o menos, me apasiona. Nací con eso y solamente el que conoce el ambiente puede entender lo que es. Mi viejo siempre corrió, yo lo seguía a él cuando era chico, corría en la categoría ALMA. Después acompañaba a Pilin Scoppa o Juan Pablo Gallo. Mi sueño era correr en el auto que corría mi viejo, se armó y pude correr con el Fiat”.
“Es un folklore muy lindo el del automovilismo, por mas que es una competencia, abajo del auto hacés muchos amigos. Para ganar una carrera se tienen que dar muchas cosas.En la clasificación se juega todo, el auto tiene que funcionar y tenés que poner todo ahí”.
“Nunca fue barato correr, yo pude correr con sacrificio y aprendiendo. Yo me tuve que adecuar, aprender a golpearme y haciendo cosas nuevas. Lo dejaré el día que se me complique y me digan que no lo puedo hacer más”.
¿Cómo se perfecciona el corredor?
“El piloto siempre tiene que aprender, nunca llegas a decir lo aprendí todo. Se aprende todos los días”.
¿Existe el miedo?
“Sí, porque me paso que en el 2009 tuve un accidente en Baradero, hasta ahí no me importaba nada. Me golpeé fuerte contra el paredón y desde ahí tengo ese temor y me cuido más. El accidente fue en una carrera en Baradero con la categoría ALMA. Habíamos largado en 4ta fila, me puse a la par del puntero y ahí le pego al paredón. Era un día de la madre, y como estábamos de local, fue mi vieja y se comió el garrón. Tengo un golpe en la rodilla que hasta el día de hoy a veces me hace doler”.
¿Detrás de cada piloto hay un equipo?
“Tengo un grupo de gente espectacular que labura a la par mío. Mi viejo, mi familia… un montón de gente en el taller que siempre me está dando una mano. Yo el día de la carrera como dos bocados y ando así todo el fin de semana, me relajo recién al final cuando llego a mi casa. El sábado después de la clasificación ahí relajás un poco y hacés una picada o comes un asadito, eso es lindo”.
“El de Baradero es un circuito que siempre me gustó, no te permite mucho error porque al no tener vía de escape se pone peligroso en ese sentido”.
La pandemia frenó todo ¿Se extraña?
“Se extraña mucho, porque es una descarga a tierra que uno tiene y se disfruta de otra manera”.
¿Qué momento recordás?
“En el 2011 tuve un gran año donde pude salir campeón y ganar muchas carreras. Cuando tenés el auto para ganar, tenés que ganar, lo que uno sueña siempre”.
Crecer en el automovilismo ¿se puede?
“En mi caso ya no planeo crecer. Hay una edad justa que podés crecer, yo ya lo veo difícil. Desde lo económico estoy muy lejos y me dedico a los zonales que es dónde me da la billetera y puedo disfrutarlo con la familia”.
“El automovilismo hoy en día se está renombrando mucho, lo que se vive a nivel zonal. Es un deporte muy lindo y sano, está muy bueno porque es una disciplina que si te gusta la adrenalina lo recomiendo”.
“Este año estábamos en una categoría nueva, estaba en el TC Bonaerense, me quedaba muy lejos. Yo también atiendo autos de FEDENOR y al correr en otra categoría se me complicaban los fines de semana. Este año decidí arrancar en el TC Zonal en FEDENOR, arrancamos muy bien clasificando primero, era un año que pintaba muy bien, con mucha expectativa”.
Entre los pilotos locales, ¿quién es el Messi de Baradero?
“El referente mío es Juan Pablo Gallo, más allá de mi amistad con él, admiro su capacidad de poner a punto un auto y sacarte de las dudas cuando le hacés una pregunta. Lo admiro mucho”.
¿Y quién es Nicolás Sartirana?
“Nicolás Sartirana es un apasionado del automovilismo, soy un loco que encuentran siempre al lado de un auto de carreras”.
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