El frente de la sede del Centro de Jubilados y Pensionados de Baradero (Ce.Ju.Pe.Ba), ubicado sobre calle Anchorena al 700, apareció con leyendas pintadas con aerosol.
Desde hace un tiempo esta institución que ha sido señala como un ejemplo de trabajo y hasta hace unos años reunió a todos nuestros abuelos, en los últimos años ha caído en un singular problema de conducción, que ha permitido que ese espíritu de alegría y trabajo que tanto los ha caracterizado se vaya perdiendo por la actitud prepotente de algunos dirigentes y además de lograr que muchos de ellos se alejaran de este lugar donde arteramente les han menoscabado sus derechos adquiridos.
Indudablemente ciertos dirigentes, han perdido los ideales que le imprimieron los fundadores y así es como la convivencia interna se ha convertido en nociva.
Es de público conocimiento, que la conserjería que fue “privatizada” en su momento, ha sido un permanente escollo y atropello en la vida de los integrantes de esta gran familia de abuelos. Pero también es cierto, que a pesar de ello, los problemas institucionales o personales se deben dirimir a través del diálogo o en la justicia, si la comisión directiva no está a la altura de las circunstancias, pero de ninguna manera se puede utilizar y ensuciar las paredes de la institución.
Cabe destacar que tapar ese tipo de inscripciones exige, no sólo realizar de nuevo el trabajo, sino pintar previamente las inscripciones para, luego, unificar la superficie con la pintura general.
