Dialogamos con la profesora Roxana Locascio, Profesora del Departamento de Derecho Penal y Tecnología de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Nos habló sobre UBA 22, un programa que crearon para institucionalizar a los internos de unidades penitenciarias.
¿Qué es UBA 22?
“Es un programa que fue creado hace 30 años dentro de la cárcel de Devoto. Se ocupa de llevar la educación penitenciaria a las cárceles. Actualmente funciona en la cárcel de Devoto, dónde se encuentran las 5 carreras más importantes. Años atrás también ha funcionado en las cárceles de Marcos Paz y Ezeiza. El programa UBA 22 fue una iniciativa que nació desde los internos de Devoto.
A través de la UBA se firmó un convenio entre el servicio penitenciario y la universidad.
Es un espacio universitario dentro de la cárcel. Allí, la persona privada de su libertad puede tener libertad de pensar a través de su pensamiento. También ayuda al transcurrir diario dentro del encierro.
Estos beneficios que estimulan incluso al que está detenido a ir buscando formas de reinserción y tener buena conducta, fueron reducidos a una gran cantidad de delitos. A partir de ahí, hay muchos internos que no tienen estímulos para estudiar porque no tienen ningún beneficio con ello. El interno sabe que se porte bien o mal, esto no va a ser tenido en cuenta nunca.
Los penitenciarios pertenecen a la sociedad pero solamente cumplen alguna condena.
Ser víctima de un delito no te transforma en penalista.
A nosotros nos cuesta mucho trabajar con gente que entra a la Facultad a los 19 o 20 años con una postura ya formada y nosotros debemos enseñar”.