3 de marzo de 2012

Sábado de la 1ª semana de Cuaresma: “Amar a aquel que no nos ama, saludar al que nos niega el saludo…”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

– «Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.

Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos?

Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto».

EVANGELIO: Mateo 5, 43-48

CLAVES para la LECTURA

– Nos encontramos ante la última antítesis en la que Jesús, con su enseñanza de la Ley, indica su cumplimiento. El libro del Levítico manda el amor al prójimo y prohíbe la venganza y el rencor “contra los hijos de tu pueblo” (Lv 19, 18): por “prójimo” probablemente hay que entender aquel con el que se vive y pertenece a la misma etnia. Lo añadido, “odiarás a tu enemigo”, no proviene del Antiguo Testamento ni de las enseñanzas rabínicas, pero expresa en concreto el modo con que el hombre de a pie recibía el mandato: incluso los esenios y los zelotas, contemporáneos a Jesús, aceptaban esta interpretación.

– Jesús, por el contrario, pide una caridad sin restricciones, una oración que abarque a todos, también a los que nos hacen sufrir. ¿Cómo puede exigir tanto? El fundamento es el amor gratuito e incondicionado que nosotros recibimos de un Dios que es Padre y nos quiere hijos semejantes a él en el obrar el bien y en procurar el gozo a los demás (vv. 44s).

Todos, los demás: no se trata de una universalidad ideal, sino muy concreta; propone amar a aquel que no nos ama, saludar al que nos niega el saludo… Es lo que distingue al discípulo de Cristo de los paganos y pecadores (vv. 46s); y superando la tendencia humana natural y limitada, nos hace tender a la perfección con la misma medida inconmensurable del Padre, que es amor (v. 48).

CLAVES para la VIDA

“Desde luego…”, se podría definir esta enseñanza de Jesús; sobrepasa todos los límites imaginables para cualquier judío de aquel tiempo. Pero posiblemente también hoy, en nuestra cultura y en nuestro ambiente. La propuesta de Jesús es de una radicalidad y exigencia impresionante y es lo que distingue a sus discípulos de cualquier otro. ¡Casi nada! Si lo queremos entender y aceptar… ¡nos queda camino por recorrer!

– En la raíz de esta nueva realidad no existe un Nuevo decálogo, sino el amor gratuito e incondicional de Dios Padre, que nos quiere hijos semejantes a Él, tanto obrando el bien, como también trabajando el gozo de los demás. Éste es su propósito, su planteamiento, y quiere también que lo hagamos realidad: “sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto” (v. 48). Es la propuesta.

ORACIÓN PARA ESTE DÍA

“Jesús, te agradezco que me propongas amar como tú lo hiciste; en la cruz, con tus palabras de perdón, me enseñas cómo debería amar”.