Un proyecto de ley que ingresó en el Senado provincial intenta delegar en los fabricantes de los envases de plástico la responsabilidad de la reutilización, reciclado o disposición final de esos productos, con el objetivo de reducir en un 30% la producción de basura.
La iniciativa fue presentada por el senador Daniel Expósito, vicepresidente del bloque CC-ARI de la Cámara Alta bonaerense, con el objetivo de que todo envase plástico utilizado para alimentos y bebidas de consumo humano deberá reutilizarse y así “empezar a abordar seriamente y de base, el problema que representa hoy la producción y destino que se le da a la basura en la Provincia”, destacó.
“Los fabricantes, importadores y comerciantes mayoristas y minoristas están obligados a recibir los envases de bebidas postconsumo y deberán garantizar, desde el consumidor a la fuente de origen, el sistema de retornabilidad y reutilización de los mismos” reza la futura norma. Pero además establece que quienes no los reutilicen “deberán establecer los programas de recuperación, reciclaje y disposición final y serán considerados como dueños de los residuos que en su actividad generen y responsables de todo daño que los mismos produzcan”.
En tanto que los envases plásticos que no se reutilicen postconsumo serán considerados como “residuos peligrosos.”
En lo que respecta a los consumidores de alimentos o bebidas en envases plásticos deberán obligatoriamente retornarlos, una vez consumidos, a los vendedores y los fabricantes o importadores tienen la obligación de recibirlos sin costo ni obligación de compra por parte del consumidor.
“Los envases y embalajes constituyen entre el 40 y el 70% de los residuos que generamos en las ciudades. Se trata de artículos que mayormente tienen un solo uso, y en el precio del producto llegan a insumir hasta el 30% del total que pagamos” dijo Expósito y agregó un dato más: “el tiempo que demora en degradarse una aparentemente simple botella de plástico: de 100 a 1000 años”.
En este sentido, el senador detalló que “los mayores beneficios de practicidad son para los comercializadores de los productos en cuanto que simplifican su transporte y los gastos asociados al retorno de un envase reusable, por lo que le es más barato y fácil envasar en plásticos descartables, que recuperarlos, reutilizarlos o reciclarlos. Y el costo de su disposición final y de su degradación lo paga la sociedad en su conjunto, y lo que es más grave la naturaleza a través de daños muchas veces irreparables”, sostuvo.
“En medio de éste debate de costos reales, se suman por supuesto los negocios de las empresas que ya sabemos que muchas veces asociadas a funcionarios inescrupulosos, terminan esquilmando los fondos públicos municipales”, finalizó el senador Daniel Expósito.
Cabe destacar que el proyecto de ley prevé un plazo de cuatro años a las empresas de envases o embalajes para alcanzar los parámetros máximos de reducción, reutilización y/o reciclado de residuos de envases postconsumo. Mientras que en los primeros dos años deberá alcanzar una reducción total del 50% de los parámetros que se establezcan”.