23 de marzo de 2012

Viernes de la 4° semana de cuaresma.

Viene “enviado por aquel que es veraz”

En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de los Campamentos. Cuando sus parientes habían subido ya a la fiesta, subió también él; pero no mostrándose, sino privadamente.

Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:

– «¿No es éste el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».

Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:

– «A mí me conocéis y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz: a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco porque procedo de él y él me ha enviado».

Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora. EVANGELIO: Juan 7, 1-2. 10. 25-30

CLAVES para la VIDA

– En este pasaje descubrimos cómo Jesús se vuelve incómodo e inaguantable para los jefes de su pueblo que quieren hacer silenciar su voz y, con ella, sus denuncias, porque resulta que los que “creen saber mucho de él” (de donde procedía, etc.), no aciertan a descubrir en Él al Enviado del Padre, actuando en su nombre y anunciando la Buena Nueva de parte de Dios. “Saben”, pero “no aciertan” en su apreciación. Fue el drama de los dirigentes del pueblo de Israel y se cerrarán en esa situación; se bloquean en su cerrazón y no encuentran salida alguna.

– Pero Jesús tiene una conciencia clara de su misión: viene “enviado por aquel que es veraz”, y desde ahí pierde el miedo a sus enemigos, aunque pretendan matarle y así callar su voz. Está abierto plenamente al proyecto del Padre y acepta la “hora”, esto es, sus designios. Cuando llegue, no dudará en dar testimonio vivo y directo de lo que el Padre le ha mostrado y para lo que le ha enviado.

ORACIÓN PARA ESTE DÍA

“Jesús, creo en ti y tengo motivos razonables para creer, pero… ¡aumenta mi fe!”.