Ayer se hizo público un mensaje del Santo Padre dirigido al director del periódico “L’Osservatore Romano”, Giovanni Maria Vian, con motivo del 150° aniversario de su publicación. El primer número salió el 1 de julio de 1861.
Tras recorrer las etapas más significativas que caracterizaron al cotidiano, llamado habitualmente “el periódico del Papa”, Benedicto XVI escribe que “en este siglo y medio ha dado cuenta sobre todo del servicio a la verdad y a la comunión católica por parte de la sede del Sucesor de Pedro”.
“En este tiempo -a menudo marcado por la falta de puntos de referencia y por la eliminación de Dios del horizonte de muchas sociedades, incluso de antigua tradición cristiana- el diario de la Santa Sede se presenta como un “periódico de ideas”, como un medio de formación y no sólo de información.
“Por eso -afirma-, debe saber mantener fielmente la tarea desarrollada en este siglo y medio, con especial atención también al Oriente cristiano, al irreversible compromiso ecuménico de las diversas Iglesias y Comunidades eclesiales, a la búsqueda constante de amistad y colaboración con el judaísmo y con las otras religiones, al debate e intercambio cultural, a la voz de las mujeres, a los temas bioéticos que plantean cuestiones decisivas para todos”.