La mayoría de ellas en las manos: Casi el 80% de los músicos argentinos sufre lesiones crónicas

Cerca del 80% de los músicos argentinos sufre lesiones crónicas, la mayoría de ellas en las manos, como consecuencia de su profesión, reveló un estudio nacional que fue presentado en el XII Congreso de la Federación Europea de Traumatología y Ortopedia (EFORT) en Dinamarca.

La investigación, realizada por la médica argentina Adriana Pemoff, precisó que el 78% de los músicos sufrió alguna lesión crónica, sobre todo en las manos y los hombres fueron los más afectados, registrando el 69% de los casos estudiados.

Pemoff junto con un grupo de profesionales analizó una población de 202 músicos, de 11 a 74 años, que representó una muestra nacional y la cual determinó que el 41% de las lesiones en los miembros superiores, las provoca el uso de la guitarra.

Pemoff consideró que “los músicos pueden ser comparados con atletas de alta performance, ya que ambos tienen que desarrollar sus actividades más allá de los propios límites y deben realizar movimientos rápidos, complejos y coordinados”.

La especialista aclaró que “la gran diferencia es que, mientras los deportistas entrenan a diario su musculatura y están acompañados por nutricionistas, kinesiólogos, masajistas y entrenadores, los músicos pasan entre seis y ocho horas ensayando muchas veces a solas y librados al azar”.

El estudio estimó que hay alrededor de 50 mil personas que se dedican en el país a ejecutar algún instrumento, y añadió que el 41% de las lesiones fueron provocadas por el uso de la guitarra.

En ese sentido, indicó que dentro de los lesionados por el uso de la guitarra, el 64% fue por ejecutar la guitarra clásica y el 25 la electroacústica.

De las lesiones producidas por la guitarra, el 40% ocurrieron en las manos y fueron de distinta gravedad, pudiendo ser tratadas.

En tanto, los lesionados por otros instrumentos, el 11% fue por ejecutar el bajo, el 27 el piano y el 10% el violín.

Pemoff señaló que “el principal factor desencadenante de las lesiones es el sobreuso del instrumento porque un músico profesional suele ensayar entre seis y ocho horas diarias, puede llegar a ejecutar entre 20 y 30 notas por segundo y realizar 72 movimientos digitales entre ambas manos por segundo”.

Además, agregó que “a eso hay que sumarle los desórdenes de la postura, la falta de técnica, la aplicación de fuerza excesiva, el estrés y la falta de descanso que fomentan el surgimiento y el desarrollo de las distintas patologías”.

Explicó que las lesiones abarcan “desde los tendones hasta los nervios y puede ocasionar distonía focales y traumáticas”.

Ante estos casos es fundamental consultar a un especialista en manos para que haga el diagnóstico adecuado en cada caso.

Los expertos coinciden en que es muy probable que en la mayoría de las situaciones se le indique al músico que disminuya por un tiempo la práctica de su instrumento para recuperar la zona afectada, además de reeducarlo cambiando hábitos y haciendo variaciones tanto en la técnica como en el instrumento.

De esta manera, Pemoff explicó que “se intenta evitar que la alta exigencia de los músicos y la falta de cuidado de su principal instrumento, el cuerpo, provoque lesiones y se vean obligados a abandonar su profesión, dejando de lado una vocación”.